Porque no lo has visto antes y menos desde este lado, dime, quien se come a quien man de un solo bocado.
ZPU
Me encantan los hombres, no porque sean hombres, sino porque no son mujeres.
Cristina De Suecia
Yo vivo con la música.
Duke Ellington
Mi vida de niña puede parecer espantosa, pero era hermosa... Pasé hambre... Pasé frío... Pero era libre... Libre de no levantarme... De no acostarme... De emborracharme... De soñar... De esperar.
Edith Piaf
Las mujeres creen que hablar francamente equivaldría a quedar desnudas.
Émile Pontich
La verdadera elegancia no consiste en que aquello que nos ponemos nos mejore, sino en mejorar aquello que nos ponemos.
Francisco Grandmontagne
La vida es un espectáculo magnífico, pero tenemos malos asientos y no entendemos lo que estamos presenciando.
Georges Clemenceau
Traigo un mensaje especial de América, de Argentina: de paisaje, gente que se puede conocer o que se puede entender por medio de la canción. No canto a ningún sector en particular, canto a la gente. Traigo canto de gente para la gente.
Jorge Cafrune
Tu amor es una nota musical y perfecta como el sonido que dan ciertas maderas cuando son trabajadas.
Jorge Debravo
La ceguera es una forma de soledad.
Jorge Luis Borges
Más daño produce en el mundo el egoísmo que la maldad.
José María Tallada
Los hombres contraen determinadas relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.
Karl Marx
Iba último, estaba tentado a abandonar. Hijo, nunca abandones. Lance, vas a aprender más en ésta experiencia (cáncer) de lo que aprenderás en ninguna otra carrera en toda tu vida.
Lance Armstrong
¡Un hermano de cruz! ¡Eso es otra cosa! ¡Una cosa que acaso no exista! Un hermano de cruz es alguien por sí mismo, no por otro, y por eso su amor es grande, desinteresado, precioso a nuestro corazón. Porque, ya ves tú, haciendo favores es fácil hacerse querer...
Panait Istrati
La ciudad lo encierra jaula de metal, el niño envejece sin saber jugar. Cuántos como tu vagarán, el dinero es todo para amar, amargos los días, si no hay.
Víctor Jara
En la guerra quedan satisfechos sumamente pocos deseos humanos, y de éstos, precisamente los más odiosos.
Walter Savage Landor