Clamando al cielo busco una respuesta, dirección equivocada, en mi morada, veo nada en la mirada de los hombres, hombres que se matan en tu nombre son, luces que no ven el paraíso donde piso.
Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente. Ellos son los verdaderos Maestros.