Es una cosa divertida, menos personas tienen que vivir, menos nervios que tienen que arriesgarse a perder nada.
Zora Neale Hurston
Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tanto en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos.
Arthur Miller
Queremos que la leche, el pan, la carne, las frutas, las verduras puedan llegar a la mesa de todos los argentinos, a precios que los argentinos puedan pagar, y no a los precios que nos pagan en el exterior.
Cristina Fernández De Kirchner
Ninguna cosa de la Naturaleza, y mucho menos un ser consciente, fue creada sin otro fin que ella misma.
Edward Young
Cuando una mujer confiesa su amor a un hombre, éste debe prestarle oídos, aunque, a su vez, no la ame.
Elizabeth Barrett Browning
Ni que decir tiene que el aburrimiento es el peor castigo para las viejas damas, conscientes de que les queda poco tiempo y en absoluto dispuestas a desperdiciarlo con nadie.
Esther Tusquets
Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera.
Gilbert Keith Chesterton
Ser amable desarma no sólo al desconfiado, sino también al maleducado, porque es el modo de matar la serpiente con su propio veneno.
Giorgio Nardone
Si existe algún conflicto entre el mundo natural y el moral, entre la realidad y la conciencia, la conciencia es la que debe llevar la razón.
Henri-Frédéric Amiel
¡Ojalá vivamos de manera que no temamos a la muerte de aquí; y ojalá muramos de modo que no temamos a la vida de allí!
James Bailey
El límite bueno de nuestra libertad es la libertad de los demás.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
Tengo de mi raza el ascetismo y del diablo la soberbia.
Manuel Azaña
El Pueblo de Guatemala se moviliza y está consciente de sus fuerzas para construir un futuro digno.
Rigoberta Menchú
Siempre parece que los caniches han estado llorando.
Sam Rockwell
La creación: el bien hecho trozos y esparcido a través del mal.
Simone Weil
Pues sí, lo echo de menos. Me sigue apareciendo en sueños. En realidad, casi siempre son pesadillas, pesadillas moteadas de amor. Así es el enigma del corazón humano.
Yann Martel