Conforme a los principios de respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial, no agresión mutua, no intervención en los asuntos internos del otro, igualdad y beneficio mutuo, los países con diferentes sistemas sociales pueden coexistir pacíficamente. Desde el compromiso de cumplir estos principios, no hay motivo para no poder resolver las disputas internacionales mediante consultas.