Una fan me mandó una vez una carta y un billete de $10 dólares. La carta decía: Ya que tienes difícil salir a la calle sin que todo el mundo sepa a dónde vas, aquí tienes 10 dólares para que pidas una pizza.
Zac Efron
Pero Dios sabe que no quiero a nadie excepto a ti. Ni siquiera quiero querer a nadie que no seas tú.
Cassandra Clare
A los seis años yo cargaba un costal y sembraba papas. Marcaba los surcos en los que yo había sembrado cada papa. A los 4 ó 5 meses veía cómo, en el lugar en el que yo había colocado una papa, ahora aparecían 15 ó 20 papas. Eso me parecía mágico. Me sentía partícipe de esa magia.
Chabelo
Nadie pidió que la vida nos diese esta mano de cartas que llevamos, pero debemos jugarla nosotros mismos y darles la vuelta sin esperar ayuda.
Eminem
No se hace siempre lo que conviene, y escoger el error con conocimiento de causa no carece de encanto.
Erich Maria Remarque
Un moderado optimismo, como ya nace espontáneamente de una sincera filosofía de la vida, pertenece a la dietética del alma.
Ernst von Feuchtersleben
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.
Francis Bacon
Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas.
Frank A. Clark
El Opus Dei es la expresión de un catolicismo de cruzada, de lucha y de exterminio, de exaltación de la voluntad con fines belicistas.
José Luis López Aranguren
El Capitalismo está agotado.
José Luis Sampedro
El hombre no se satisface con menos de Dios.
Juan de la Cruz
Siempre hablar con la verdad, pensar antes de hablar y escribir.
Lewis Carroll
Puedo ser feo, pero tengo encanto.
Ronaldinho
Poca importancia tiene lo que da la fortuna, y apenas puede hacernos vencer de un lado o del otro: ni lo favorable exalta al sabio ni lo adverso le deprime, pues el sabio se ha esforzado siempre en confiar principalmente en sí mismo, y es en sí mismo es donde busca toda alegría.
Séneca
Los mosquitos mueren entre aplausos.
Woody Allen
En realidad lo que estaba experimentando era la fatiga corrosiva de la negligencia, de la disipación, de una pereza corrompida y de una vida sin futuro posible.
Yukio Mishima