Caen las flores del cerezo y entre las ramas aparece un templo.
Yosa Buson
El bote se aleja y forma un camino blanco. Mi dolor y su huella.
Akiko Yosano
Los de mentalidad reducida se parecen a las botellas: cuando menos tienen, más bulla hacen.
Alexander Pope
Guarda tus problemas para ti mismo y haz creer a la gente que lo estás pasando estupendamente.
Aristóteles Onassis
La carencia de escuelas, la falta de buena fe en los párrocos, y la depravación manifiesta de los pocos que comercian con la ignorancia y la consiguiente sumisión de las masas, alejan, cada día más, a aquellos pueblos de la verdadera civilización que, cimentada, agregaría al país secciones importantes con elementos tendientes a su mayor engrandecimiento.
Clorinda Matto de Turner
La artilleria convierte en un espectaculo lo que hubiese sido una simple batalla.
Federico II
Cuando nos referimos al robo, en general hablamos de la depredación, de privar a personas de forma injusta de cosas que tienen derecho a disfrutar. En cambio, dudamos en utilizar la expresión robo cunado se trata de una acción efectuada por una necesidad.
Fernando Savater
Es lamentable y triste que haya ciudadanos que vayan a dar su apoyo a un Gobierno que tiene encima de la mesa el proyecto de negociar con asesinos.
Francisco José Alcaraz
El primer impulso es la voz de la naturaleza, el segundo, la voz de la sociedad.
Honoré de Balzac
Los necios, mientras huyen de un vicio, caen en el contrario.
Horacio
Renunciar a la libertad es renunciar a la condición de hombre, a los derechos de la humanidad; es renunciar incluso a los propios deberes.
Jean-Jacques Rousseau
Los más efectivos en gobernar son los que menos ruido hacen.
John Selden
No quiero hablar de austeridad porque es una palabra prostituida en Europa; abogo por una manera personal de vivir con sobriedad.
José Mujica
Hay una diferencia bien conocida entre el ignorante y el tonto.
Julio Cortázar
Hay gente que cree que odia los ordenadores. Lo que odian en realidad son los malos programadores.
Larry Niven
Las tragedias de los otros son siempre de una banalidad desesperante.
Oscar Wilde