Sopla el poniente, y al oriente se apilan las hojas secas.
Yosa Buson
¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes. El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas. ¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia, purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros, ¡oh Cristo!
Amado Nervo
Los sucesos malvados proceden de causas malvadas.
Aristófanes
A la Luna llega el máximo país frío y dirá qué trajo. Llegará el máximo de América y dirá que trajo. Una Verdad tienen y esa... ambos callarán.
Benjamín Solari Parravicini
Hawai siempre ha sido un rol fundamental en el Pacífico. Está en el Pacífico. Es parte de los Estados Unidos que es una isla que esta justo ahí.
Dan Quayle
Nunca una mujer es demasiado rica ni demasiado delgada.
Elizabeth Wallis Warfield
Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo.
Federico García Lorca
Aprendí que si uno avanza confiado en la dirección de sus ensueños y acomete la vida que se ha imaginado para sí, hallará un éxito inesperado en sus horas comunes.
Henry David Thoreau
Antes que todas las cosas, en un comienzo, fue el infinito Caos.
Hesíodo
Todo el mundo debiera tener vocaciones pagadas.
Jaume Perich
En estos dos aspectos, principalmente, se asemejan los hombres a Dios: Decir la verdad, hacer el bien.
Jerónimo Usera
Repitió la lista, enumerando en voz baja todas las debilidades, los defectos, los errores y los males que lo atormentaban. Los confesó todos. En un prolongado y espléndido reconocimiento de sus faltas, se desnudó ante Dios sin ocultar nada.
John Grisham
No pedimos la existencia; pero con el hecho de vivir, aceptamos la vida. Aceptémosla, pues, sin monopolizarla ni quererla eternizar en nuestro beneficio exclusivo; nosotros reímos y nos amamos sobre la tumba de nuestros padres; nuestros hijos reirán y se amarán sobre la nuestra.
Manuel González Prada
Si optas por una vida segura nunca sabrás qué se siente al ganar.
Richard Branson
Quien no ha recibido un mordisco en el corazón no sabe lo que es la vida.
Séneca
El Mesías fue las dos cosas mucho cabrío sacrificado y mucho cabrío de escape.
Thomas Hobbes