La condición esencial del dominio es la serenidad, que permite ver las cosas en su aspecto verdadero y nos impide dorarlas y ensombrecerlas según sea nuestro humor.
Yoritomo Tashi
La música no se cantas se respira.
Alejandro Sanz
La aflicción, como el herrero, nos forja a golpes.
Christian Nestell Bove
Los dioses ayudan a los que se ayudan a sí mismos.
Esopo
Condenar la televisión sería tan ridículo como excomulgar la electricidad o la teoría de la gravedad.
Federico Fellini
Por amor a Dios y al prójimo, por amor a la justicia, el cristiano debe ser justo también en el decir, en un mundo en que tanto se maltrata con las palabras.
Francisco Fernández-Carvajal
Una descripción general de la locura podría ser que consiste en preferir el símbolo a lo que éste representa.
Gilbert Keith Chesterton
Los revolucionarios son, por naturaleza, personas de un carácter fuerte y decidido.
Henry Kissinger
Lo importante es lo que uno hace en este mundo, no cómo se llega a él.
Isabel Allende
Solamente debería uno leer aquello que admira.
Johann Peter Eckermann
No hay alegría más alegre que el prólogo de la alegría.
Mario Benedetti
No existen los retrovirus lentos, sólo los retrovirólogos lentos. Recogido en Repensar el Sida. Lo que no os han dicho. Entrevistas con los disidentes de la hipótesis oficial.
Peter Duesberg
Los pequeños países del Tercer Mundo tienen la posibilidad de despertar un vivo interés sólo cuando se deciden a derramar sangre. Es una tristeverdad, pero así es.
Ryszard Kapuściński
Los placeres moderados aflojan la tensión del espíritu y lo templan.
Séneca
Somos libres de seguir a Pablo, a Cefas o a Apolo, según la preferencia de cada uno.
Thomas Hobbes
Un avaro llega a ser rico aparentando ser pobre; un derrochador se hace pobre a fuerza de parecer rico.
William Shenstone