Cuando el amor llame a ti, siguele, aunque sus caminos sean difíciles y escarpados.
Yibrán Jalil Yibrán
La poesía como fuente de conocimiento se basa en la creencia de que los poderes del espíritu pueden ir más allá del mundo de lo aparente.
Aldo Pellegrini
No hay nada como un Chanel para sentirse respetable.
Antonia San Juan
Hasta en el exceso existe una moderación.
Benjamin Disraeli
La Presidenta es una mentirosa Que ahora diga que se le atragantó la tostada es un actitud oportunista. Es una mentirosa, dice eso ahora pero no es lo que ella pensaba antes.
Domingo Cavallo
El miedo ante la unión, ante el fluir hacia la otra parte. Entonces ya no estoy nunca más solo.
Franz Kafka
Al ampliar el campo del conocimiento no hacemos sino aumentar el horizonte de la ignorancia.
Henry Miller
Pero la fealdad en un hombre no importa demasiado. La fealdad en una mujer se convierte en su vida.
Joyce Carol Oates
El pueblo inglés está más seguro de su derecho cuando entra en una ciudad a fuego y a sangre, que esa ciudad misma cuando se defiende. El pueblo inglés es el símbolo del egoísmo humano, puesto en adoración de sí propio, y elevado por medio del éxtasis a su última potencia.
Juan Donoso Cortés
Pero un llorar recatado que no se declara bien, y que el dueño está mostrando risa en la boca; y los ojos la desmienten, éste alabo.
Juan Pérez de Montalbán
En cada madre hay una suegra en potencia.
Les Luthiers
Miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria.
Lousie Glück
Un viejo estanque se zambulle una rana ruido de agua.
Matsuo Basho
Las ciudades obligan al crecimiento, y hacen que el hombre sea chistoso y hablador, pero todo es artificial.
Ralph Waldo Emerson
Muertes en la Biblia: el dios Yahvé mató a 2.270.365 (sin incluir las víctimas de Sodoma y Gomorra, del diluvio de Noé, y de las múltiples plagas, hambrunas, fieras serpientes, etc., porque no se proporcionan cantidades específicas al respecto). Satán mató a 10.
Richard Dawkins
Es menester un gran idealismo para arrepentirse de verdad, singularmente para arrepentirse pronto.
Søren Kierkegaard