Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.
Yibrán Jalil Yibrán
Dos ideas fijas no pueden existir al mismo tiempo en el ámbito de lo moral, de igual modo que en el mundo físico dos cuerpos no pueden ocupar idéntico lugar.
Aleksandr Pushkin
Vueltas y vueltas doy por esas calles; por donde quiera, me siguen las paredes silenciosas, y detrás de ellas, en vano saber quiero si los hombres mueren o sueñan.
Alfonsina Storni
La muerte de Senna fue como si Jesús hubierá sido crucificado en directo por televisión.
Bernie Ecclestone
La verdad no es algo que uno posea y otro no posea:...
Friedrich Nietzsche
El verdadero momento en que una mujer deja de querer a su marido no es cuando se decide a engañarlo, sino cuando él se entera del engaño, porque detruye el encanto de engañarle.
Jacinto Benavente
La violación de una trabajadora, mujer, negra, madre soltera, inmigrante, por el jefe máximo del FMI es la metáfora del capital a derribar.
Jorge Altamira
Y así dos orillas tu corazón y el mío, pues, aunque las separa la corriente de un río, por debajo del río se unen secretamente.
José Ángel Buesa
Fui peregrino en mi patria desde que nací.
José Bergamín
¿Cree posible conciliar fe y razón? -preguntó Lorenzo Panetta sin ocultar su interés y escepticismo. - Le aseguro que ése es el camino, el mejor camino para llegar a Dios.
Julia Navarro
Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados, médicos y maestros, sería oportuno saber si por ventura no se está muriendo de hambre.
León Tolstói
Tú y esa Casa Blanca podéis iros a paseo, sólo me importa lo que pasa en esta casa.
Oprah Winfrey
Aunque suele la memoria morir a manos del tiempo, también suele revivir a vista de los objetos, mayormente cuando son para dolor sus acuerdos.
Pedro Calderón de la Barca
Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.
Sófocles
El que no tiene honor no siente pesar.
Thomas Draxe
Creo que, a ciertas alturas, ya no hay diferencia entre acostumbrarse a fingir que se cree y acostumbrarse a creer.
Umberto Eco