Existen muchas encarnaciones de Dios, puesto que cada uno de nosotros revela una fracción, una parte ínfima de ellas; cada uno de nosotros pertenece a Dios.
Yehudi Menuhin
Y para que no se colme mi vaso lo cuento dando sorbitos.
Alejandro Sanz
Un cobarde es una persona en la que el instinto de conservación aún funciona con normalidad.
Ambrose Bierce
Dígame si no es hermoso, compañera, demostrar que muchos granos de arena pueden contener al mar.
Ángel Parra
Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez.
Hermann Hesse
Constantemente debemos recordarnos a nosotros mismos que más allá de nuestra religión o credo, todos somos un solo pueblo.
Jawaharlal Nehru
Las enfermedades son los intereses que se pagan por los placeres.
John Ray
Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre.
José Antonio Primo de Rivera
(El PSOE es) la única izquierda del mundo desarrollado que no cree en su propia nación.
José María Aznar
La gente ignora las cosas que influyen en sus acciones, aunque raramente se siente ignorante.
Malcolm Gladwell
Todo se resume en una sentencia muy sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas. Usted puede practicar el tiro ocho horas diarias, pero si la técnica es errónea, sólo se convertirá en un individuo que es bueno para tirar mal.
Michael Jordan
Hasta cuándo siguen fregando la cachimba, no soy de derecha ni de izquierda. Yo simplemente rompo con todo.
Nicanor Parra
Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.
Proverbio
El único modo en que la mayoría de los hombres pueden mantenerse disciplinados es mediante el temor a la ley o el temor de Dios...
Taylor Caldwell
Sostenemos estas verdades como evidentes por sí mismas: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador con ciertos derechos inalienables; que entre ellos están la vida, la libertad, y la persecución de la felicidad.
Thomas Jefferson
Hasta el día de hoy no he conocido a nadie que no haya gobernado algún Estado. No hablo desde luego de los señores ministros, que gobiernan unos dos o tres años; hablo de todos los demás hombres que, a la hora de cenar o en su gabinete, exponen su sistema de gobierno y reforman los ejércitos, la Iglesia, la magistratura y las finanzas.
Voltaire