El sonido profundo de una enorme campana de templo budista resonaba con largos intervalos y la prolongada reverberación traía a la conciencia el Japón de antaño.
Yasunari Kawabata
El pensamiento del suicidio es un poderoso medio de consuelo: con él se logra soportar más de una mala noche.
Friedrich Nietzsche
Aquellos que toman la espada perecen por la espada, y los que no, mueren de enfermedades apestosas.
George Orwell
La juventud quiere ser estimada más que ser instruida.
Goethe
El poder y la violencia son opuestos; donde el uno normas absolutamente, el otro está ausente.
Hannah Arendt
No voy a cambiar la forma en que me veo o de sentir para conformarme. Siempre estuve loco. Así que seré un loco toda mi vida y tengo que vivir con eso, tu sabes. Soy uno de esa gente.
John Lennon
Exponiendo mis ideas a medida que redacto, esta carta tiene (como advierto al releerla) un tono pasional; es lo único posible. ¿Antiimperialistas sin pasión? Semejante cosa no existe. Si se comprende el problema, entonces se lo siente, se desea combatir y el alma se llena de furia, de odio.
John William Cooke
La literatura siempre ha sido una actividad minoritaria. Me parece que ahora se lee y se escribe más. Quizá por la informática.
José Saramago
Transformase el que ama en cosa amada por obra y gracia de alta fantasía; después el corazón ya nada ansía, pues lleva en sí la parte deseada.
Luís de Camões
A nadie le importamos.
Margot Robbie
Más vale estar quieto y sentado que levantarse y salir al encuentro del diablo.
Michael Drayton
Para nacer he nacido, para encerrar el paso de cuanto se aproxima, de cuanto a mi pecho golpea como un nuevo corazón tembloroso.
Pablo Neruda
Cuentan que el obispo Warburton decía que la nobleza de la sangre era algo de lo cual nadie hacía descrédito, excepto aquellos que no la tenían; y que jamás conoció a ninguno que se vanagloriase de ella si tenia otra cosa de qué enorgullecerse.
Richard Whately
¡Cuidado, cuidado! La contemplación del cerezote embriaga.
Ume Shukishi
Estamos obligados a luchar enérgicamente contra todos los eventuales gérmenes de odio colectivo.
Václav Havel
No es el amor lo que hace volverse ciego, sino el amor propio.
Voltaire