Un hombre que ha recibido una buena educación puede camuflar, con su inteligencia y su elocuencia, su pusilanimidad o su estupidez, que son su verdadera naturaleza.
Yamamoto Tsunetomo
Las tragedias deja que se vayan.
Alejandro Sanz
Ladrad, perros, que yo frenaré vuestras lenguas con bozal más apretado que de bruñido acero, hasta los conductos de vuestras odiosas gargantas.
Christopher Marlowe
Qué momentos divinos, qué éxtasis serena.
Cole Porter
Alumbra el día de mañana con el de hoy.
Elizabeth Barrett Browning
Después de verlo ganar en Valencia puedo decir que es el piloto con más talento que he visto con mis ojos en una pista.
Fernando Alonso
Toda la tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano... Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que reconfigurar a las personas y otras tecnologías similares.
Herbert Marshall McLuhan
Una mujer que canta mientras trabaja es una mujerfeliz.
James Garner
Necesitamos un plan inteligente que nos asegure una recompensa.
Johnny Depp
Los odiadores debieran ser declarados traidores a la república. El odio no construye.
José Martí
Un gato es el símblo del hogar porque el gato no vive con nosotros: la casa es de él y nosotros somos uno más de los objetos que gravitan en torno a su pausada elegancia.
Juan José Rodríguez Ramos
A uno que finge, como un comediante, por ejemplo, que finge un papel, de rey, digamos, cuando no es sino un pobre andrajoso; u otro papel cualquiera. ¿Qué mal hay en ello? ¡Ninguno! ¡El deber! ¡La profesión! ¿Cuándo está mal, en cambio? Cuando no se es hipócrita por deber, por profesión, sino por gusto, por perversidad, por engaño, por costumbre... O incluso por educación...
Luigi Pirandello
El libre pensamiento de una edad es el sentido común de la siguiente.
Matthew Arnold
No vale entristecerse. La sombra que te lo ha dado. La sombra que se lo lleve.
Miguel Hernández
¿Y si antes de empezar lo que hay que hacer, empezamos lo que tendríamos que haber hecho? -Felipe.
Quino
Allí donde la toques, la memoria duele.
Yorgos Seferis