La muerte toma siempre la forma de la alcoba que nos contiene.
Xavier Villaurrutia
Así como cuando vivía Jesús iba usted, ¡Oh Madre!, con el cántaro sobre la cabeza a sacar agua de la fuente, venga ahora a tomar agua de la gracia y tráigala, por favor, para nosotros que tanto la necesitamos.
Alberto Hurtado
Lo agradable de los lugares donde uno recala depende, especialmente, de las personas que allí trabajan y le dan carácter.
Arturo Pérez-Reverte
¿Quién no habla de un asunto muy importante muriendo de costumbre y llorando de oído?
César Vallejo
No hay tal cosa como el valor absoluto en este mundo. Sólo se puede calcular lo que vale una cosa por el valor que le da cada uno.
Charles Dudley Warner
Madrid es una ciudad muy bonita y con sol casi todo el año.
Cristiano Ronaldo
Hay muchos medios de hacerse ricos, pero muy pocos de hacerlo con honradez; la economía es uno de los más seguros, a pesar de que tampoco es del todo inocente, porque resta una parte a la caridad.
Francis Bacon
Para salvar a esta especie de mamíferos en vías de extinción hay que llevar al dramaturgo al escenario: ese es su hábitat. Los que quieren continuar recluidos en sus escritorios y sus diccionarios, es mejor que se extingan. La fauna no habrá perdido nada.
Jorge Díaz
Cuando se trata de salvar los intereses públicos, se sacrifican los particulares.
José Gervasio Artigas
Es como que no rompas mi corazón, porque sino ire y escribiré una canción sobre tí.
Katy Perry
Cuando yo diga cuatro, quiero el corazón en una mano, lanzadlo al suelo y pisotearlo hasta que se desangre. Un, dos, tres,...
Kutxi Romero
En política no hay cosa bonita.
Lazkao Txiki
Dado que la textura del Universo es la más perfecta y la obra de un Creador sapientísimo, nada sucede en el Universo sin obedecer alguna regla de máximo o mínimo.
Leonhard Euler
La violencia sobra donde la costumbre falta.
Pedro Calderón de la Barca
La madurez es aquella edad en que uno ya no se deja engañar por sí mismo.
Ralph Waldo Emerson
Para llegar al poder tendrás que cortar muchas cabezas; cuando caigas, muchos querrán cortar la tuya.
Sergio Badilla Castillo