Si me deshiciera de todos los policías medio racistas, me quedarían tres, y esos odiarían a los maricones.
Woody Harrelson
Soy apasionado en mis reacciones, en mis arrebatos. A veces me levanto con el pie izquierdo.
Alejandro Sanz
La propia Ciencia es poder.
Francis Bacon
La felicidad del hombre blanco no puede ser comprada por la miseria del hombre negro.
Frederick Douglass
Pero (si la memoria no me falla) no la he visto repetir la misma ropa ni una sola vez. Comprobar qué ropa llevará hoy se ha convertido ya en uno de mis pequeños divertimentos ligados al footing matinal.
Haruki Murakami
Los ángeles del otoño, con un dedo en los labios, le ordenan a la vida que no te despierte.
Hugo Gutierrez Vega
A Aki Kaurismaki le preguntaron una vez qué le interesaba a la hora de filmar, y dijo: 'Bueno, a mí me basta con una pareja hablando delante de un muro. También me conformo con una sola persona delante del muro. Y con ninguna, ya que, ahora que lo pienso, a mí lo que de verdad me interesa es el muro'. Y yo estoy de acuerdo con él.
Isabel Coixet
Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida.
James Joyce
Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.
Jean Cocteau
Por lo tanto, resuélvanlo en sus corazones que no ensayarán de antemano cómo hacer su defensa, porque yo les daré boca y sabiduría, que todos sus opositores juntos no podrán resistir ni disputar. (Lucas 21: 14,15)
Jesús de Nazaret
Mi formidable percepción intuitiva del ser femenino me dice que estáis preocupada.
Johnny Depp
Todas las provincias tienen igual dignidad e iguales derechos.
José Gervasio Artigas
La Mejor Defensa es el ataque.
Kalimán
Dejar de fumar es fácil. Yo ya lo dejé unas cien veces.
Mark Twain
Según él, el cuerpo estaba hecho de tiempo. Acabado el tiempo que nos era dado, terminaba también el cuerpo. Después de todo, ¿qué queda? Los huesos. El no-tiempo, nuestra esencia mineral. Si algo debemos de cuidar, es el esqueleto, nuestra tímida y oculta eternidad.
Mia Couto
Una cortesana dijo a un mandarín: seré tuya si esperas cien noches bajo mi ventana. Y el mandarín esperó, hasta la nonagésimo novena noche, en que tomó el taburete y se fue.
Roland Barthes