Nuestro amor fue como la mayor parte de los amores: un corto resplandor, un breve temblor, un capullo de rosa, un par de guantes perfumados, un no te vayas aún, junto a la orilla, algunas envidias de algún heredero, algunas angustiosas esperanzas de morir, un retrato, un rizo rubio, los juramentos de costumbre, y después el separarnos para siempre.