Existen tres tipos de personas; aquellas que se preocupan hasta la muerte, las que trabajan hasta morir y las que se aburren hasta la muerte.
Winston Churchill
A una pequeña chispa sigue una gran llama.
Dante Alighieri
Las letras son cosas, no dibujos de cosas.
Eric Gill
La sabiduría es un producto del tiempo y de las experiencias. Ya puedes leerte todos los libros y no llegarás a sabio, en el verdadero sentido de la palabra. La felicidad es el premio de la vida. Nada se regala. Es cierto que se aprende estudiando; pero se aprende mal y nada acerca de los hombres y de la vida. Se aprenden enumeraciones. La vida es preciso vivirla.
Fernando González Ochoa
Chamuscarle la barba la Rey de España.
Francis Drake
¡Qué horror!, ¡qué tema! No vaya tan arriba. Cambiar, nada. Si existen se deben reservar para el ámbito privado, y si no existen es mejor dejarlo.
Francisco Umbral
Moraleja: toda palabra en boca de un primer cristiano es una mentira...
Friedrich Nietzsche
Un hombre como Picasso estudia un objeto como un cirujano disecciona un cadáver.
Guillaume Apollinaire
Es necesario tratar con cuidado los libros porque llevan una persona dentro, el autor.
José Saramago
El amor representa una pérdida y una expoliación, y es riquísimo cuando todo lo dio.
Karl Gutzkow
Bajo el efecto de las drogas no te importa nada, sólo quieres aislarte del mundo y conseguir una paz interior que no se consigue en el estado normal.
Kurt Cobain
Por lo general tenemos todo para llegar a nuestras metas pero hay quienes nos llenan de comentarios que nos crean inseguridad y nos hacen perder la confianza en nosotros mismos.
Nicole Natalino
No habrá un solo mexicano que desconozca el aumento de nuestra enorme deuda extranjera.
Ricardo Flores Magón
Más le temo a la pobreza que al bacilo de Koch.
Rudolf Virchow
¡Oh sueño de felicidad! ¿Es esto en verdad La torre del faro que veo? ¿Es ésta la colina? ¿Es ésta la iglesia? ¿Es éste mi propio país, el mío?
Samuel Taylor Coleridge
Es preciso admitir algo que sea absolutamente necesario, cuya causa de su necesidad no esté en otro, sino que él sea causa de la necesidad de los demás. Todos le dicen Dios.
Tomás de Aquino