Con el persuasivo lenguaje de una lágrima.
Winston Churchill
Me encantan los perfumes. Cada mañana, cuando mi novia y yo bajamos al patio en nuestro bloque de pisos en el que estamos, nos asalta el más delicioso aroma - jazmín alrededor de una puerta. Casi me desmayo.
Alan Rickman
La honestidad perfecta, que debería ser requisito común, se encuentra más raramente que los diamantes.
Albert Pike
Los hombres más exitosos son aquellos cuyo éxito es el resultado de una acumulación constante. Es el hombre que avanza paso a paso, con su mente cada vez más amplia y progresivamente más capaz para comprender cualquier tema o situación.
Alexander Graham Bell
La buena crianza nos exige que no hablemos a las personas de lo que no entienden, de lo que no les interesa; que no aburramos al prójimo con las preocupaciones de nuestro egoísmo haciéndole prestar atención a nuestras gracias, aventuras y milagros.
Clarín
Mayor es la llama que dura ochenta años, que la que en vn día passa, y mayor la que mata vn ánima, que la que quema cient mill cuerpos.
Fernando de Rojas
El amor es un negocio en el que las dos partes salen ganando.
Georg Christoph Lichtenberg
Los sentimientos delicados que nos dan la vida yacen entumecidos en la mundanal confusión.
Goethe
Ante todo, es preciso marchar cautamente y no dejarse llevar por optimismos exagerados.
José Díaz Ramos
Seamos ambiciosos, pero de salvar nuestra alma con sacrificio.
Juan Bosco
Existen secretos legítimos: tu historial médico. Pero el secreto no debería ser usado para cubrir abusos.
Julian Assange
La fe es un hecho en los que la poseen. Y les resulta inútil disertar sobre ella a aquellos que no la tienen.
Miguel de Unamuno
Nada ganas con sentirte superior a otros. Sí ganas con sentirte superior a ti mismo.
Norman Vincent Peale
Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate por ser feliz hoy. Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe pensando en que mañana quizá la luna te busque en vano.
Omar Jayam
El que permanece ecuánime tanto en la censura como en la alabanza, en el frío como en el calor, entre amigos o enemigos, es el maestro del yoga y carece tanto de exaltación como de depresión. El yogui, conocedor de la Verdad suprema, reside en el cuerpo como un viajero, sin deseos, siempre contento, con visión de igualdad, dueño de los sentidos.
Ramiro A. Calle
¡Qué pobres son aquellos que no tienen paciencia! ¿Hay herida que sane de otra manera que no sea poco a poco?
William Shakespeare