Personalmente siempre estoy dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones.
Winston Churchill
El género humano es un mar profundamente curioso y procelosamente hinchado, e inquietamente fluido.
Agustín de Hipona
¡Afanes humanos! ¡Cuánta vaciedad en todas las cosas!
Aulo Persio Flaco
Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto.
Cardenal de Retz
Hay gente que piensa que los pollos nacen trozados.
David Castro
La adicción no es más que un sustituto muy degradado de una verdadera experiencia de gozo.
Deepak Chopra
Dicen que soy horroroso: por la lisonja, mil gracias: mira tú mi corazón y prescinde de mi cara.
Estanislao del Campo
Nietzsche es alguien que sólo se deja vencer por la verdad.
Friedrich Nietzsche
El abogado es un hábil caballero que se ocupa de cuidar nuestros bienes y de nuestros enemigos para poder quedárselos él.
Henry Brougham
El camino de la necesidad es el mejor camino de libertad de todos los Ideales.
Joan Maragall y Gorina
La mayor parte de lo que se le enseña a un niño podría enseñarse en la mitad de tiempo si se le motivara y se le dieran buenas estrategias de aprendizaje.
John Seymour
¡Cuántas personas son como los perros, que van en busca de un amo!
Madame Swetchine
Hace falta mucho, mucho tiempo, para ser joven.
Pablo Picasso
Nunca quisimos decir nada que implicara una reflexión profunda. Queríamos que la gente se olvidara de sus problemas y se relajara porque muchos de nosotros volteamos a cierto periodo o a cierta canción... Y algo en tu vida se asocia con la música, no necesariamente la de los Rolling Stones, pero cuando eso pasa nos alegra hacer felices a las personas.
Ron Wood
Tú tienes que hacer un esfuerzo y recordar ese momento en el que cabe, por así decirlo, el significado de toda tu vida.
Salvador Elizondo
La novela no podría haber existido sin su historia de amor. Y esa historia era la razón de que la novela fuera tan leída. Si él no hubiera conocido a Otoko, nunca habría sabido lo que era un amor como aquél. El encontrar un amor como aquél a los treinta años podía considerarse una fortuna o una desdicha él no habría sabido decir qué era, pero no cabía duda de que había posibilitado su exitoso debut como autor.
Yasunari Kawabata