El buen compañerismo y la amistad son placeres duraderos, racionales y viriles.
William Wycherley
Dios: una enfermedad de la que imaginamos estar curados porque nadie se muere de ella hoy en día.
Emil Cioran
Algún día lo entenderás. Alcanzarás tu meta, descubrirás lo grande que eres y las hazañas tan increíbles que has logrado en el camino. Encontrarás la paz y por fin podrás estar orgulloso de ti mismo. Esa es tu esperanza.
Fernando Trujillo Sanz
El hogar es la prisión de la doncella y el taller de la mujer.
George Bernard Shaw
No necesito ir a una iglesia a besar bandejas de plata y a engordar con mi bolsillo un montón de farsantes que se alimentan mejor que nosotros. Porque se puede honrarlo lo mismo en un bosque, en un campo, o incluso contemplando la bóveda celeste como los antiguos.
Gustave Flaubert
Si yo tengo 23 relojes muy buenos y tú me quieres regalar otro reloj, ese reloj tiene que ser muy bueno.
José Mourinho
No te dejes engañar, el sentido común es demasiado común para ser realmente sentido, en el fondo no es más que un capítulo de la estadística, y el más vulgarizado de todos.
José Saramago
El bofetón, de sopetón, de los que son de Torrejón, de los que juegan con la presión del campeón, competición: est non, expón tu son, no copio: solo jodo bombos con condón.
Kase.O
Por encima de todo, sé la heroína de tu vida, no la víctima.
Nora Ephron
Estirada por una nueva idea, la mente del hombre jamás recobra su tamaño original.
Oliver Wendell Holmes
No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
René Descartes
El niño no aprende lo que los mayores dicen, sino lo que ellos hacen.
Robert Baden-Powell
El hecho mismo de que un hombre y una mujer engendren un hijo es sinérgico.
Stephen Covey
No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.
Teresa de Jesús
La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.
Winston Churchill
El Erica Reed llegó sin accidente ¡Gracias a Dios! Dos barcos insurgentes lo pudieron haber hundido y no lo hicieron, ¡Gracias a Dios! Gracias a Dios porque llegó el alimento y gracias a Dios porque parece que un sentimiento de piedad, además del temor de enfurecer a la opinión pública americana tuvieron algo que ver con que escapara.
Zenobia Camprubí Aymar