Jamás la ira fue buen guardián de sí misma.
William Shakespeare
Ningún hombre es un héroe para su esposa; ninguna mujer es una esposa para su héroe.
Anónimo
Todas las inquisiciones, sin distinción, se basan en el principio de la delación y la cobardía social. Porque lo malo no es siempre el fanático. Peores son quienes no lo son, pero desean congraciarse con él.
Arturo Pérez-Reverte
Vivir en otros es, en el sentido más veraz de la palabra, vida. Prolongar nuestra vida indefinidamente en el pasado y el futuro, para hacerla más perfecta en el presente, es abundante compensación para las ilusiones de nuestra juventud que se han ido ya para siempre.
Auguste Comte
Pocas novelas o películas se atrevían a ir más allá y a decirnos en qué se convertía aquel amor después de que los novios se juraban ante el altar amor eterno, y eso, la verdad, me daba mala espina.
Carmen Martín Gaite
Comer es una necesidad del estómago; Beber es una necesidad del alma.
Claude Tillier
El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
Ernest Hemingway
Algunas leyes del estado destinadas a frenar el crimen son incluso más criminales.
Friedrich Engels
La libertad no es el derecho a ser virtuoso; es el derecho a ser lo que uno quiere.
Irving Wallace
Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia.
John Locke
Sentir la pobreza ajena como propia.
Juan Pablo II
La liberalidad es la primera hija del amor y la piedra imán más atractiva para los hierros de la voluntad.
Lope de Vega
Son nuestros enemigos todos aquellos que están confabulados con el imperialismo: los caudillos militares, los burócratas, la burguesía compradora, la clase de los grandes terratenientes y el sector reaccionario de la intelectualidad subordinada a todos ellos.
Mao Zedong
Tengo la impresión de ir descubriendo mis pensamientos mediante el acto de escribir, durante la escritura propiamente dicha.
Oliver Sacks
Cuando algo no puedo controlarlo en el exterior, al menos sé que puedo controlar mi actitud ante ello. ¡Hay tantas cosas que se nos escapan, que no podemos controlar! Pero siempre podremos controlar nuestra actitud ante todo ello y saber tomarlo con ecuanimidad y calma.
Ramiro A. Calle
Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos.
Teresa de Jesús