Ten la apariencia de una flor inocente; pero sé la serpiente que acecha debajo.
William Shakespeare
Vive sobrio y serás rico como un rey.
Anónimo
Puesto que Dios es causa de sí mismo, basta con que lo demostremos por sí mismo.
Baruch Spinoza
Bondad, tu nombre es viril.
Conde de Lautréamont
Tengo los pies en la tierra, muchas veces es mi diferencia con algunos políticos tradicionales.
Daniel Scioli
A veces se pierde de vista que el Rey recibió la totalidad de los poderes, era un Rey absoluto, según las pautas del régimen anterior. Sin embargo, no ejerció como tal.
Felipe González
La naturaleza, amigos míos, es el espectáculo más sorprendente que puede mirar el hombre.
Fernando Fernán Gómez
Siempre se tiene una historia ¿Ha vivido usted sin historia? ¿Cómo se explica eso?
Fiódor Dostoyevski
Hablando con propiedad, la antigüedad de los tiempos es la juventud del mundo. Esta nuestra época es el tiempo antiguo y viejo, en que el mundo es antiguo, y no aquellos siglos que nosotros llamamos antiguos con un cálculo retrospectivo, computando hacia atrás a partir de nosotros mismos.
Francis Bacon
Ningún gobierno es mejor que los hombres que lo integran.
John F. Kennedy
Nuestros servicios de Inteligencia tuvieron indicios importantes, no probados, del encuentro entre Massera y Firmenich, en París.
Jorge Rafael Videla
El vivir es caballo desbocado que corre por fuera del camino, y el morir, reventar el caballo de cansado y despeñarse de furioso.
Juan Rulfo
Míranos. Creímos la misma ridícula falsa ilusión. La idea de que hay que resignarse y sentar cabeza cuando tienes hijos. Y nos hemos castigado mutuamente por ello.
Kate Winslet
¿Será que el número de personas de Estados Unidos que se tomaron en serio el arte y el pensamiento es tan pequeño que incluso aquellos que fracasaron son inolvidables?
Saul Bellow
Si oyes una voz dentro de ti diciéndote "no sabes pintar", pinta, ¡Faltaría más! y la voz se callará.
Vincent van Gogh
De niños, nuestras vidas fueron gongs golpeados; clamor y alarde; llanto de desesperación; palmadas en la nuca en los jardines.
Virginia Woolf