Hay lágrimas para su afecto, alegría para su fortuna, honra para su valor y muerte para su ambición.
William Shakespeare
Admiro vuestra belleza ahora en total adoración, y canto sobre ella porque os anhelo.
Adam Mickiewicz
Me resisto a creer en en otros dioses que tu boca y la mía.
Anabel Caride
Sí, ya he oído todo. Ahora sólo me falta callarme.
Antonio Porchia
El argumento de la intimidación es una confesión de impotencia intelectual.
Ayn Rand
A su entrada reinó un gran silencio, cesaron todos de bailar y pararon los violines, tanta fue la impresión producida por la extraordinaria belleza de la desconocida y tan grande el deseo de contemplarla. Sólo se oía el confuso murmullo producido por esta exclamación que salía de todos los labios. - ¡Qué hermosa es!
Charles Perrault
Les deseo la mejor de las suertes, creo que todo el mundo lo sabe... quiero decir, James me agrada más que Lars, creo que a todo el mundo le pasa. No tengo problemas con James. No me agrada mucho Kirk porque me quitó mi trabajo, afortunadamente yo le quité la novia antes de salir de la banda.
Dave Mustaine
Lo que se tiene en el sentimiento es completamente subjetivo, y sólo existe de un modo subjetivo. El que dice: yo siento así, se ha encerrado en sí mismo.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.
Jonathan Swift
... Un famoso poeta es menos inventor que descubridor.
Jorge Luis Borges
Ciertamente, es agradable ver estampado el propio nombre; un libro es siempre un libro, aunque no contenga nada.
Lord Byron
El millonario Gold Silver es un poroto al lado de De la Sota.
Luis Juez
Para mí, en la música y en la vida todo es estilo.
Miles Davis
Nos hemos acercado muchas veces al fracaso. La mayoría de los emprendedores se acerca a él.
Richard Branson
Roguemos fuerza a nuestra misma desesperación.
Séneca
El narrador de mis libros es el hombre corriente. El grano de arena en la Historia. Aquel a quien nunca se pregunta, ese que desaparece sin dejar rastro, llevándose sus secretos a la tumba. Hablo de aquellos que no tienen voz. Los oigo, los escucho, los comprendo. La calle es para mí un coro, una sinfonía. Es infinitamente triste cómo todo se puede decir, susurrar y gritar en la nada.
Svetlana Alexijevich