El mal puede citar las sagradas escrituras para sus propósitos.
William Shakespeare
Muy corta, sin mucha gracia, como el local.
Alberto Chicote
Callarse es un acto de prudencia, una medida terapéutica, una silenciosa afirmación.
Antonio Muñoz Molina
En la poesía hay más verdad que en la historia.
Aristóteles
Toda superioridad fisica es perecedera, porque está fisiológicamente condenada a agotarse, mientras que la inteligencia se renueva una y otra vez por sí misma. Y por eso al fin ha de imponerse a la violencia, aunque sólo sea por medio de la palabra, nacida inmortal de su seno.
Arthur Schnitzler
La vida cambió después de ese salto... de repente había llegado al más alto nivel de audacia, un nivel por encima incluso del que los pilotos de aviones podrían alcanzar.
Charles Lindbergh
Hacer el álbum sin la experiencia de mi vida sería imposible. Es sólo porque me he sido tan profundo dentro de mí y ante tantas cosas que por naturaleza debería estar asustado. Usted sabe, estoy en una habitación sentado con un fantasma, al oír su voz en mi cabeza y verlo tan claramente como estoy viendo ahora mismo.
John Frusciante
Dime, dime: eso... ¿Es una amistad o es una cadena?
Josemaría Escrivá de Balaguer
Yo espero que Estados Unidos abandone su actual unilateralismo y pase a reintegrarse al multilateralismo internacional.
Jürgen Habermas
Tanto la propiedad privada como la herencia son categorías de sistemas sociales en los que ya se han formado familias aisladas poco numerosas (monogámicas) y ha empezado a desarrollarse el intercambio.
Lenin
El crisantemo blanco. La pureza al encuentro del ojo.
Matsuo Basho
Mi libertad es el derecho de hacer lo que las leyes me permiten.
Montesquieu
Un verdadero pedagogo es aquel que no solo imparte conocimientos sino que ejerce una influencia moral positiva en sus alumnos.
Natsume Sōseki
La función de la sociología, a partir de todas las ciencias, es revelar lo que está oculto.
Pierre Bourdieu
Cuanto más ayudo a otros a tener éxito, más exitoso soy.
Ray Kroc
Ahora disfrutaba el presente, no deseaba encontrarse en otro sitio. Vivía el presente por completo y transmitía ese gozo a las personas que estaban a su alrededor. El hombre sonrió, igual que el anciano solía sonreír. Ahora sabía. Ahora podía elegir entre ser feliz ese instante o soñar con la felicidad y esperar a que ésta llegara...
Spencer Johnson