La lealtad tiene un corazón tranquilo.
William Shakespeare
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
Alejandra Pizarnik
¡El comandante en jefe de las fuerzas armadas soy yo!
Arturo Umberto Illia
A veces tardamos mucho en comprender qué es lo correcto.
Blanca Miosi
El parterre que nos hace tan soberbios, girando yo entre los eternos Gemelos, entero vi de los montes a las bocas. Luego volví los ojos a los ojos bellos.
Dante Alighieri
El orador que desee conmover a una muchedumbre debe emplear afirmaciones violentas, expresadas en términos abusivos. Deberá exagerar, repetir, eludir toda tentación por presentar pruebas razonables.
Gustave Le Bon
Decir la verdad es imposible; o es nefanda o es inefable.
María Zambrano
Esto para los santacruceños es muy importante. Yo cuando es que escuchaba la cuestión de la soberanía, para nosotros esto también es de la soberanía importante, porque esto va a evitar el éxodo del poblamiento, va a permitir la inversión y la re conversión económica de Santa Cruz...
Néstor Kirchner
La realidad no está simplemente allí, debe ser investigada y conquistada.
Paul Celan
Quienes más labor tienen ante si y quieren trabajar, hallarán más tiempo para sus propósitos.
Samuel Smiles
Queremos abolir el capitalismo neoliberal dependiente y asegurar el desarrollo nacional con justicia social y en democracia participativa.
Schafik Handal
Podrías incluso correr completamente desnudo por el paddock y nadie se daría cuenta.
Sebastian Vettel
Si los espíritus malignos percibieran que están asociados con el hombre y, pese a ello, separados de él; si pudieran infiltrarse en las partes de su cuerpo, por mil medios intentarían destruirlo, pues odian al hombre con odio mortal...
Sheridan Le Fanu
Con un poco de amor fue tejida mi piel y el cincel de mis huesos fue un poco de amor. Con un poco de amor soy yo mismo, soy tú, soy aquel.
Silvio Rodríguez
Además, debía tener en cuenta la temida resaca.
Stephen King
No vaya a ir demasiado lejos en el culto a la muerte, demasiado lejos en la devoción por un hecho tan sencillo, sin el cual, por otra parte, no habría arquitectura, ni pintura, ni escultura, ni música, ni siquiera poesía.
Thomas Mann