Dentro de mil años, sí, dentro de millones de años te diré: ¿sabes donde estás? Estás en mi corazón.
William Heinesen
Sabed sufrir: sabiendo sufrir, se sufre menos.
Anatole France
El orador se hace, el poeta nace.
Anónimo
No digas que los tiempos pasados eran mejores que los presentes, porque esta es necedad de los insipientes.
Antonio Arbio
Una historia, cualquiera, se desvanece, pero la vida que ha sido rozada por esa historia queda por toda la eternidad. El recuerdo se borra, pero queda otra cosa en su lugar.
César Aira
Tan pronto como exista una Máquina Analítica, esta necesariamente guiará el curso futuro de la ciencia. Cuando que se busque un resultado por su ayuda, en el acto se planteará la pregunta - ¿Por cuál trayectoria de cálculo se pueden obtener estos resultados con la máquina en el menor tiempo?
Charles Babbage
Un joven en años puede ser viejo en horas, si no ha perdido el tiempo.
Francis Bacon
Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo.
John Maynard Keynes
Ser bella y amada es ser simplemente una mujer; mas ser fea y saber hacerse amar es ser una princesa.
Jules Barbey d'Aurevilly
Si supiéramos lo mucho que Jesucristo ama a los niños y jóvenes y el ansia con que desea su alegría y su búsqueda del amor que él les tiene, en lugar de considerar penosa la enseñanza y de quejamos de lo que nos cuesta, estaríamos dispuestos a sacrificar la vida en este esfuerzo.
Marcelino Champagnat
Todas las grandes novelas, las verdaderas novelas, son bisexuales.
Milan Kundera
¿Qué es un maestro? no es aquél que enseña algo, sino quien inspira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene en el alma.
Paulo Coelho
A los presos los visten con pijamas de rayas para ver si vestidos de rejas no se escapan.
Ramón Gómez de la Serna
Como lo que sabes no es tanto como lo que no sabes, no hables mucho.
Ramon Llull
Amarte es mi placer, y profundo lastima tu encanto; amarte es mi desdicha, y esta pena lo ha demostrado.
Robert Burns
En cuanto se rechaza la alternativa (en cuanto se enturbia el paradigma), comienza la utopía: el sentido y el sexo se convierten en el objeto de un juego libre dentro del cual las formas (polisémicas) y las prácticas (sensuales), liberadas de la prisión binaria, van a ponerse en un escajo de expansión infinita. Así pueden nacer un texto gongorino y una sexualidad dichosa.
Roland Barthes