Un buen carácter vale tanto como un buen patrimonio.
William Hazlitt
Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos.
Albert Einstein
¡Asesinos!
Arturo Toscanini
La democracia constituye por consiguiente un sistema político complejo en cuanto que vive de pluralidades, competencias y antagonismos permaneciendo como una comunidad.
Edgar Morin
La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.
Erich Fromm
Los necios reciben los consejos de los sabios, del mismo modo que los sabios lo reciben de los necios.
Etienne Coeuilhe
El único privilegio real que hay en la vida, es el de podervivir la vida que uno quiere. Y, desgraciadamente, es muy exclusivo.
Fernando Travesí Sanz
El que quiere librarse de un mal sabe siempre lo que quiere; el que desea algo mejor de lo que tiene, ese está completamente ciego.
Goethe
Busca la satisfacción en lo que haces, no en el resultado.
James Dean
Los libros son los compases y telescopios, los sextantes y mapas que otros hombres han construído para que nos ayuden a navegar por los mares peligrosos de esta vida humana.
Jesse Lee Bennett
Nadie puede ponerle en una prisión psicológica, ya está en ella.
Jiddu Krishnamurti
Estamos demasiado rodeados de mensajes, casi todos ellos consumistas, que obligan a mantener una vida que no es la ideal; se nos inculca que hay que ser mejores que el vecino, que hay que gastar.
Juan Antonio Cebrián
Los mejores entre vosotros son los que tratan mejor a sus esposas.
Mahoma
Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
Marguerite Yourcenar
Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado original, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue también purificada del pecado original y adornada con los dones de Dios, recibiendo un alma pura infundida por Dios; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a vivir fue libre de todo pecado.
María de Nazaret
Sólo a los muertos se les permite disfrutar del lujo de la libertad, y eso sólo porque no quieren nada, y por tanto no pueden ser contrariados.
Orson Scott Card