El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría.
William Blake
Quien no pueda comunicarse consigo mismo tampoco podrá comunicar con sus semejantes.
Anne Morrow Lindbergh
Nuestros pechos serán murallas donde se estrellen sus hordas, pues tengo la firme convicción de que cuando hallan matado al último de mis soldados, más de un batallón de los de ellos habrá mordido el polvo de mis agrestes montañas.
Augusto César Sandino
Cuando quieras decir algo piensa en ello tres veces antes de decirlo. Habla solamente cuando tus palabras te beneficien a tí y a los demás. Si no es así, entonces no lo hagas.
Dōgen Zenji
El prejuicio es él hijo de la ignorancia.
Henry Hazlitt
Me quieren hacer daño pero cada día me hacen más feliz.
Juan Román Riquelme
Me quedó grabada una conciencia en algún lugar de mi cerebro; le aseguro que me hubiera gustado poder prescindir de ella porque es la peor compañera que pueda tener un hombre.
Julia Navarro
La legalización del Partido Comunista es un verdadero golpe de Estado.
Manuel Fraga Iribarne
La ciencia es la progresiva aproximación del hombre al mundo real.
Max Planck
El orden político descansa fundamentalmente en dos principios contrarios: la Autoridad y la Libertad. El primero inicia; el segundo determina.
Pierre Joseph Proudhon
La clave para llegar a cada hombre, es su pensamiento. Firme y desafiante, él tiene un timón al que obedece, el cual es el ideal por el que todos los hechos se determinan. La única manera de cambiarle de parecer es mostrarle un ideal que supere al suyo.
Ralph Waldo Emerson
No es en la novedad, sino en el hábito donde hallamos los mayores placeres.
Raymond Radiguet
Prueba es de virtud el desagradar a los malvados.
Séneca
Hay que comparar cuidadosamente el ejército opositor con el propio para saber dónde la fuerza es superabundante y dónde deficiente.
Sun Tzu
Hombre soy, y nada humano me es ajeno.
Terencio
Con la moral completamente baja por el calor, por no tener nada que hacer y porque J. R. está en actitud polémica, egoísta e irritable, me encuentro planeando el resto de mi vida egoístamente. Voy a tratar de disfrutar parte de lo que me queda de ella. Y de seguro quiero un cuarto para mí sola para hacer lo que me dé la gana, abrir bien las ventanas, ponerme crema en las manos cuando el fregar me endurece la piel y moverme en la cama si me apetece.
Zenobia Camprubí Aymar