Así olvidaron los hombres que todas las deidades residen en el corazón.
William Blake
Nunca el hombre ideó más perniciosos sinsentidos que en los tratados de comercio.
Benjamin Disraeli
Y aunque Pinocho era un muchacho de natural muy alegre, se puso también triste; porque cuando la miseria es grande y verdadera, hasta los mismos niños la comprenden y la sienten.
Carlo Collodi
Nunca he respondido bien a los pensamientos negativos arraigados.
David Bowie
¡Oh muerte! ¡Muerte cruel! Ley fatal que la Naturaleza debe reprobar, puesto que no tiendes más que a su destrucción.
Giacomo Casanova
Un hombre orgulloso rara vez es agradecido, porque piensa que todo se lo merece.
Henry Ward Beecher
No considero a la bomba atómica como una fuerza tan importante como ciertas personalidades piensan.
Iósif Stalin
Así, en algunos días imaginativos, mi cerebro es como los cristales de un ventanal, por los cuales viera bellezas fantásticas, formas maravillosas y los más ricos colores. Otros días, veo sólo a través de unos cristales empañados y grises, y todo es un hacinamiento de inmundicia, llamado Vida.
Isadora Duncan
¿Desde cuándo la imaginación es un crimen?
John Cusack
Un hombre de mucho carácter no tiene buen carácter.
Jules Renard
Los líderes excepcionales provocan a sus colegas, equipo de trabajo y aprendices a que siempre continúen desarrollándose.
Lucas Leys
Qué parecidos son los gritos de amor y los de los moribundos.
Malcolm Lowry
Esta pasión que vencedora rige mi fe, mi corazón y mi albedrío, ni darán tus sonrisas paz al alma, hasta que en ti sus claros ojos fije la eterna luz del pensamiento mío.
Marcelino Menéndez Pelayo
Te quiero. Te quiero por tu bravura y tu tenacidad, y tu brío y tu implacable dureza. ¿Cuánto te quiero? Tanto que, hace un momento, hubiera ultrajado la hospitalidad de la casa que nos ha acogido a mi familia y a mí, hubiera olvidado la esposa más buena que jamás pueda tener un hombre...
Margaret Mitchell
¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le falta!
Mario Benedetti
La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver la mirada interior.
Octavio Paz