El destino segó en ciernes su vida, porque (quede esto bien claro) si de él mismo hubiera dependido, hubiera vivido mucho más.
William Barnes Rhodes
Ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer escrito.
Antonio Machado
La fe es la sal de la vida.
Enrique López Albújar
Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir.
Federico García Lorca
El éxito lleva a muchos a la ruina.
Fedro
Labios de amor, sombras de amor, entre las piedras un rayo de amor cáliz de amor, cruces de amor, clave de muerte, clave de sol.
Fito Páez
No me digan ustedes en dónde están mis ojos, pregunten hacia dónde va mi corazón.
Jaime Sabines
Mañana por la mañana, vencidos, regresaremos el gato y yo allí donde las gallinas no ponen y los geranios no dan flor. Donde sin alegría me encuentran los días mirando la vía del tren.
Joan Manuel Serrat
El punto es, que soy raro, pero nunca me sentí raro.
John Frusciante
Proteged a los pobres, si queréis llegar a ser ricos.
Juan Bosco
La perfección es una pulida colección de errores.
Mario Benedetti
¡Cuán fácil es la resignación para el inocente! Pero los culpables no llegan a conocer la paz jamás.
Mary Shelley
Sea sobre un cadalso o en el centro de una batalla, el mejor lugar que puede desear un hombre para morir, es aquel donde muere por otro hombre.
Michael Joseph Barry
Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.
Oliver Goldsmith
Nada en demasía.
Solón
Yo creo en un alma inmortal. La ciencia ha demostrado que nada se desintegra en la nada. La vida y el alma, por lo tanto, no puede desintegrarse en la nada, y por lo tanto son inmortales.
Wernher von Braun