La cristiandad no destruyó al paganismo; lo adoptó. Las ideas de una divina trinidad tuvieron origen en Egipto.
Will Durant
La mujer es un ángel con un diablo en su cuerpo.
Alejandro Dumas
Las mejores o peores ideas provienen de la soledad.
Alex Pimentel
Las riñas amorosas raramente acaban en una paz verdadera; normalmente se trata de un simple armisticio que se conceden mutuamente las paces para enterrar a sus muertos. Luego, cuando se reanuda la batalla, vuelven a sacar a la luz hasta a los muertos, y continúan luchando envueltos en vapores de descomposición.
Arthur Schnitzler
Estudiar el Budismo es estudiarse a si mismo. Estudiarse a si mismo es olvidarse de si mismo.
Dōgen Zenji
Sí la religión en general abriga con respecto a la ciencia antipatía y temor, el cristianismo en particular es el adversario declarado de toda civilización que tenga por objeto aprovechar los recursos de la vida terrestre y hacer que el espíritu descienda hasta las condiciones de esta vida.
Eduard von Hartmann
Quise darle al pueblo la libertad, pero olvidé preguntarle si quería ser libre.
Gian Luigi Fiesco
Los mejores años de una vida son los que todavía no se han vivido.
Guillaume Musso
Uno debe saber vivir con el dinero que tiene.
José de San Martín
Gatos haciendo el amor en el templo. La gente culparía a un hombre y una mujer por aparearse en tal lugar.
Kawai Chigetsu
El sistema operativo (por tanto) se ha convertido en una especie de instrumento para ahorrarse trabajo intelectual, que traduce las intenciones vagamente expresadas de los humanos a bits.
Neal Stephenson
La atención al Yo eterno, la realidad indivisa y pura, es el único medio por el cual el individuo confundido por el pensamiento de yo soy el cuerpo puede cruzar el océano de las eternas reencarnaciones.
Ramana Maharshi
Gabriel García Márquez nunca morirá, al menos no en mi corazón.
Shakira
Es un error de la maldad humana alabar siempre el pasado y desdeñar el presente.
Tácito
En un minuto hay muchos días.
William Shakespeare
Al frente de la pequeña columna iba un SS que, como buen alemán, amaba a los niños, incluso cuando estaba a punto de verlos en camino hacia el otro mundo. Sentía especial aprecio por un muchacho de doce años, violinista, que llevaba su instrumento bajo el brazo. El SS le dijo que se pusiera en cabeza del cortejo y tocara, y así iniciaron la marcha.
Wladyslaw Szpilman