Hay algo sagrado en las lágrimas. No son señal de debilidad sino de poder. Son las mensajeras de una pena abrumadora y de un amor indescriptible.
Washington Irving
Debe procurar que sólo engendren hijos los individuos sanos, porque el hecho de que personas enfermas o incapaces pongan hijos en el mundo es una desgracia, en tanto que el abstenerse de hacerlo es un acto altamente honroso.
Adolf Hitler
Una es de otra parte, ellos se casan, procrean, veranean, tienen horarios, no se asustan por la tenebrosa ambigüedad del lenguaje
Alejandra Pizarnik
A los ochenta y nueve años no es importante un buen cuidadomédico, lo que interesa es pasar tus últimos días con las cosas que amas.
Blanca Miosi
Son iguales el temor y el deseo, aceite, vino y pan, significan lo mismo.
Czeslaw Milosz
La mano salvadora no existe.
David Valois
Por dichos y por obras de algunos mentirosos, no rompas tu amistad con hombres provechosos.
Don Juan Manuel
No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo.
Eduardo Galeano
Nada es más peligroso que un gran pensamiento en un cerebro pequeño.
Hippolyte Taine
Un buen cuento alcanza a ser comprendido por todos. Se lo puede contar una y otra vez. Porque renace cada vez que se lo vuelve a contar o que se lo relee, tanto en voz alta como para uno mismo.
Jostein Gaarder
Cuando uno compara la amenaza que surge de las armas nucleares con los efectos que ejercen sobre la humanidad los otros siete pecados capitales, es imposible dejar de ver que entre los ocho, éste es el que más fácilmente se puede evitar.
Konrad Lorenz
Algunas personas simplemente nacen siendo estrellas. Lo tienes o no lo tienes y yo, definitivamente nací siendo una.
Lady Gaga
La búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte.
Man Ray
Lo malo de la caridad es que no tiene fondo.
Manuel Viola
Las cosas son menos simples hoy. Las mujeres tienen su manera de complicar las cosas.
Sean Bean
La prensa es el dedo indicador de la ruta del progreso.
Victor Hugo