La literatura está llena de aromas.
Walt Whitman
La naturaleza proteica del equipo es tal que puede actuar como una máquina o como un lenguaje para ser moldeado y explotados.
Alan Kay
La cuestión de la ley y la ética se ha desplazado para frenar el poder anónimo del terrorismo global.
Benedicto XVI
La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma.
Vivimos en un mundo extrañamente agitado, con una falta de vida espiritual tremenda.
Bono
La diferencia entre lo estético y lo intelectual radica, pues, en los distintos puntos que se elige enfatizar o en el constante ritmo que marca la interacción de la criatura viviente con su entorno. La materia última de ambos énfasis en la experiencia es la misma, como lo es también su forma general.
John Dewey
¿Qué tiene que ver el Parlamento con la calle?
José María Aznar
El tiempo no es una cuerda que se pueda medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y aproxime.
José Saramago
A veces no podemos ver que lo mejor que nos ha pasado está ahí, delante de nuestras narices.
Lily Collins
Las mujeres hacen grandes esfuerzos por salir de la imagen que se les ha impuesto. Pero hay suficiente verdad en ésta para que su repudio implique el repudio de una parte de ella que es cierta.
Marilyn French
El jugador es un ladrón de su fortuna, de su tiempo, de su libertad y de su salud.
Nathaniel Cotton
El mundo no está lleno de problemas, ¡son las mentes las que están llenas de problemas!
Raimon Samsó
Si el amor es fantasía, últimamente me encuentro en pleno carnaval.
Vinicius de Moraes
El disimulo es una virtud femenina tan necesaria en la mujer como la religión.
Walter Savage Landor
Nunca perdió el águila tanto el tiempo como cuando se sometió a aprender del cuervo.
William Blake
Él que sobre todas las cosas amaba la muerte, y que quizá sólo amaba a la muerte, amó y vivió con deliberada y pervertida curiosidad, tal y como ama un enamorado que deliberadamente se reprime ante el prodigioso cuerpo complaciente, dispuesto y tierno de su amada, hasta que no puede soportarlo y entonces se lanza, se arroja, renunciando a todo, ahogándose.
William Faulkner