Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.
Voltaire
Buscamos nuestras ideas en nuestro ingenio, pero las hallamos en nuestro corazón.
Abel Dufresne
No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuenta rigurosa. Espero que no habré de volver, pues ello sólo significaría que el pueblo español no es próspero ni feliz.
Alfonso XIII de España
Con el dinero se puede comprar un lugar en el cementerio, pero no un lugar en el cielo.
Anónimo
Abre tus ojos, mira dentro. ¿Estás satisfecho con la vida que estás viviendo?
Bob Marley
Nunca somos tan felices, ni tan infelices como pensamos.
François de La Rochefoucauld
Ser perfecto para televisión es todo lo que un presidente tiene que ser estos días.
Gore Vidal
No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas.
Manuel Belgrano
Quedarme en el FC Barcelona no ha sido por un tema económico, porque he tenido oportunidades en otros clubes, si no porque aquí estoy aprendiendo muchísimo.
Maximiliano Gastón López
Al verle he entendido que no sé tocar la guitarra.
Paco de Lucía
El árbol no niega su sombra ni al leñador que le derribe.
Proverbio Hindú
La hermosura del rostro es una recomendación muda.
Publilio Siro
El general Pinochet no ha sido claro con el país Le voy a recordar, general Pinochet, que el día del plebiscito de 1980 dijo Presidente Pinochet no sería candidato en 1989 Y ahora, le promete al país otros ocho años con tortura, con asesinato, con violación de los derechos humanos. Me parece inadmisible que un chileno tenga tanta ambición de poder, de pretender estar 25 años en el poder.
Ricardo Lagos
Proporcionalmente al número de los admiradores crece el de los envidiosos.
Séneca
El mejor regalo para un músico es el directo.
Vega
Al inspeccionar un reloj, percibimos que sus diversos componentes se juntaron y encajaron con un propósito. La inferencia que hacemos es automática: que el reloj necesariamente tuvo un fabricante. Asimismo, el universo necesariamente tuvo un diseñador. Ese diseñador necesariamente fue una persona. Esa persona fue Dios.
William Paley