No todos lo podemos todo.
Virgilio
Pintar es una apuesta.
André Masson
Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.
Anónimo
La gente siente por mí una extraña predilección. Porque percibe en mí la invalidez, la soledad, y entonces me quiere de una manera especial, de una manera protectora.
Antonio Gala
No dejes dominarte por el placer.
Cleóbulo de Lindos
Los viajes sólo son necesarios para las imaginaciones menguadas.
Colette
El cínico quiere justificar su palabra expresando en cada caso lo único que él cree conocer, perdiendo de vista el conjunto de la realidad, y precisamente por eso destruye totalmente la realidad, y su palabra, aun cuando tenga la apariencia superficial de la exactitud, es falsa.
Dietrich Bonhoeffer
El Este ya no es el contrapeso del Oeste. Una nueva era: los Estados Unidos pueden ejercer impunemente su función de policías del mundo. Y ya se sabe que este país, que nunca fue invadido por nadie, tiene la vieja costumbre de invadir a los demás. En un par de siglos de vida independiente, más de doscientas agresiones armadas contra otros países independientes.
Eduardo Galeano
Ofrecer mucho al que poco pide, es especie de negar.
Fernando de Rojas
Todas las inteligencias son invisibles para el que no tiene inteligencia él mismo.
Goethe
La libertad es algo que muere a menos que se utilice.
Hunter S. Thompson
Aún en el sueño más profundo, saber que eres tú. Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.
Marina Tsvetáyeva
¿Cuánto peor puede ser que terminando de cenar, él se acerque, me arranque un pelo de la cabeza y lo use como hilo dental?
Meg Ryan
Ve en derechura al hecho, pausadamente, y aporta por anticipado las medidas que deben adoptarse para paliar cualquier contratiempo y reducir las consecuencias a su mínima expresión.
Noel Clarasó
Hay dos tipos de hombres -dijo Ka con tono pedagógico-. Los primeros, antes de enamorarse, tienen que saber cómo la mujer se come un bocadillo, cómo se peina, qué tonterías le preocupan, por qué se enfada con su padre y todas las historias y leyendas que se cuentan sobre ella. Los segundos, y yo soy de ésos, necesitan saber muy poco para poder enamorarse.
Orhan Pamuk
No vuelvas a pelear con Lisbeth Salander. Su actitud hacia el resto del mundo es que si alguien le amenaza con un arma de fuego, va a conseguir un arma más grande.
Stieg Larsson