La mujer es siempre cambiante.
Virgilio
El que no reconoce al necio nada más verlo debe de ser un necio también.
Baltasar Gracián
Si pudiera me votaría a mí mismo.
Cristiano Ronaldo
Lo esencial surge con frecuencia al final de las conversaciones. Las grandes verdades se dicen en los vestíbulos.
Emil Cioran
Me detesto y me acuso por esa demencia de orgullo que me hace jadear en pos de la quimera. Un cuarto de hora después, todo ha cambiado; el corazón me late de alegría.
Gustave Flaubert
La vida nos dice en sus lecciones que, alguna vez, para ser buenos, hay que dejar de ser honrado.
Jacinto Benavente
Con su todo es ahora, con su nada es eterno, con su rap y su chotis, con su okupa y su skin, aunque muera el verano y tenga prisa el invierno la primavera sabe que la espero en Madrid.
Joaquín Sabina
Un dibujo es un documento autobiográfico que da cuenta del descubrimiento de un suceso, ya sea visto, recordado o imaginado.
John Berger
El amor tiene mil maneras de hacernos dichosos, pero tiene muchas más de robarnos el sosiego.
John Dryden
Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero.
Jonathan Swift
¡Oh, dulce concupiscencia de la carne! Refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, alivio de los enfermos mentales, diversión de los pobres, esparcimiento de los intelectuales, lujo de los ancianos. ¡Gracias, Señor, por habernos concedido el uso de estos artefactos, que hacen más que palatable la estancia en este Valle de Lágrimas en que nos has colocado!
Jorge Ibargüengoitia
Si soy el que amas, tu lamento baste, si lamentas fortunas, eso amaste.
Lucano
Media noche de escarcha. Para dormir me cubro con la manga del espantapájaros un día de tranquila alegría.
Matsuo Basho
Así como hay hombres cuya sola presencia resulta de una eficacia abortiva indiscutible, la mía provoca accidentes a cada paso, ayuda al azar y rompe el equilibrio inestable de que depende la existencia.
Oliverio Girondo
En el mundo real nos ocurren cosas que se parecen a la ficción. Y si la ficción resulta real, entonces quizá debamos reconsiderar nuestra definición de realidad.
Paul Auster
De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típicos gritos hidro-cefálicos, a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor.
Thomas Mann