Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto.
Vinicius de Moraes
Si vives hasta los cien años, quiero vivir hasta los cien años menos un día, para nunca tener que vivir sin ti.
Alan Alexander Milne
Cuando fui con todos mis kilos de sonatas y sinfonías bajo el brazo y se los di, le dije: Maestra, éste es mi premio, lo recibí yo, en fin, aquí están mis obras.
Astor Piazzolla
Hay lazos de todas clases en este mundo, vínculos de amistad y ligaduras de flores, y nudos amorosos entre los que bien se quieren; el muchacho y la muchacha quedan atados por un beso. Pero nunca, mi viejo amigo, nunca habrá lazo tan estrecho como el haber bebido en la misma cantina.
Charles Graham Halpine
Mi ilusión siempre fue ser actriz, pero no quería tener una sola opción en la vida para no desesperarme demasiado si las cosas no me salían bien.
Elsa Pataky
La indiferencia ante los problemas morales es la enfermedad de las clases ilustradas.
Henri-Frédéric Amiel
De nuevo llegas a mi casa. Conoces el camino y sabes que mis cosas se han amoldado a ti.
Hugo Gutierrez Vega
Sálvame, dijo el verdugo.
Joaquín Sabina
Escribir cartas es la más deliciosa manera de perder el tiempo.
John Morley
Puedo estar a tu lado como si no estuviera, y encontrarte cien veces, así como al azar... puedo verte con otro, sin suspirar siquiera, y no puedo olvidar.
José Ángel Buesa
No hagas crítica negativa: Cuando no puedes alabar, cállate.
Josemaría Escrivá de Balaguer
He aquí una cosa que cuanto más se necesita menos se estima: el consejo.
Leonardo da Vinci
La inmortalidad te ha convertido en el mejor soldado de la cruz y el hacha.
Michael Caine
Regresó y de nuevo volvió a la fábrica. No contaba nada. Pero yo en la escuela a todos les decía orgulloso que mi papá había vuelto de Chernóbil, que había sido liquidador, que son los que habían ayudado a liquidar el accidente. ¡Unos héroes eran! Y los demás chicos me tenían envidia. Al año mi papá se puso enfermo.
Svetlana Alexijevich
Es gran bien tener deseos, ya que no pueden ser grandes las obras.
Teresa de Jesús
El precio de las cosas debería depender de su mérito, jamás de su epíteto.
William Shakespeare