Yo creo que la obsesión de Freud por el sexo seguramente está muy ligada al hecho de que él nunca lo practica.
Vincent Cassel
Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro.
Albert Camus
Las palabras más útiles en bolsa son: quizá, según se espera, posiblemente, podría ser, no obstante, a pesar, ciertamente, yo creo, yo opino, pero, posiblemente, me parece... Todo cuanto se cree y dice es condicionado.
André Kostolany
En la vida como en el arte, la belleza se mueve en las curvas.
Edward Bulwer-Lytton
Amigo verdadero es el amigo de las horas difíciles.
Georgi Plejánov
El tiempo no es sino la corriente en la que estás pescando.
Henry David Thoreau
En la medida que el ámbito indígena se difunde y colora a los otros grupos y realidades; en la medida que se proyecta sobre ellos, la diversidad de sangres, cultura e intereses adquiere el frescor rudo de una esperanza inédita, y la sabiduría absorta de quien empieza reconocer su fortaleza.
José María Arguedas
No hay que pedir peras al olmo, sino estrellas y medallas, cúpulas y lámparas, peces y columnas, guantes y puñales, máscaras y hojas de afeitar.
Luis Cardoza Y Aragón
Soñar: luz que se disuelve. Sortilegio.
Marlene Pasini
Toda la noche amotina las olas el viento en cólera y los pinos chorrean húmeda luz de luna.
Matsuo Basho
La novela es un intento de exploración del corazón humano a partir de una idea que es casi siempre la misma contada con diferente entorno.
Miguel Delibes
La única razón de ser de la novela es decir aquello que tan sólo la novela puede decir.
Milan Kundera
Mi definición es: el hombre es un animal que ríe. La risa es una prueba de que eres capaz de ver la ridiculez de la vida.
Osho
Nunca te detengas.
Teresa de Calcuta
Después de la Segunda Guerra Mundial, no existía el periodista literario que trabajase para revistas populares o diarios. Si un periodista aspiraba al rango literario... Mejor que tuviese el sentido común y el valor de abandonar la prensa popular e intentar subir a primera división.
Thomas Wolfe
Podría escribir aquí mil páginas de silencio y no serían suficientes para mostrar la soledad que sentí en la muerte de mi padre.
Toni García Arias