el hombre neurótico se cierra a sí mismo el camino hacia sus genuinas posibilidades, se interpone ante sí mismo en el camino hacia su poder ser.
Viktor Frankl
La herencia tiene que ser considerada como el peso. Algunos hombres podrían ser más grandes sin realmente intentarlo.
Brian Jones
Con su amor toque esos corazones intrigosos y mentirosos lo único que se hacen es mas daño ellos mismos.
Frances Ondiviela
La sabiduría comienza en la buena intención.
Francisco Garzón Céspedes
Así como la demasiada autoridad corrompe a los reyes, así el lujo emponzoña toda una nación.
François Fénelon
Cuanto más produce el individuo, tanto más acrecienta la riqueza de toda la comunidad. Cuanto más produce, tanto más valiosos son sus servicios para los consumidores y, por lo tanto, para los empresarios. Y cuanto mayor es su valor para el empresario, mejor le pagarán. Los salarios reales tienen su origen en la producción, no en los decretos y órdenes ministeriales.
Henry Hazlitt
La vida es un misterio extraordinario - no el misterio que hay en los libros, no el misterio de que habla la gente, sino un misterio que uno ha de descubrir por sí mismo; y por eso es tan importante para ustedes comprender lo pequeño, lo limitado, lo trivial, e ir más allá de todo eso.
Jiddu Krishnamurti
Cuando son muchos los que mandan, son pocos los que obedecen, y así todo va perdido.
Joaquín Setantí
Sólo el valiente merece ala bella.
John Dryden
La palabra puede exponer la acción, pero no puede suplantarla. Miles de frases son incapaces de decir tanto como una acción.
Juan Bosch
Una sirena llora la salida de un barco sobre el agua que borra.
Marguerite Yourcenar
No hay presente: todos los caminos son recuerdos o preguntas.
Miquel Martí i Pol
La vejez es un estorbo para la creatividad pero no puede aplastar mi espíritu juvenil.
Rembrandt
Un libro que se cierra no es más que un bloque.
Thomas Fuller
Invierte en empresas que hasta un tonto pueda dirigir porque un día el tonto va a llegar.
Warren Buffett
Antes, los eruditos sabían chino y escribían una prosa correcta y armoniosa. La gente no habla así. Todos los días aparecen palabras nuevas, simpáticas como esas ratitas. Y, como a esas ratitas, no les importa lo que roen. Las palabras cambian con tanta rapidez que uno experimenta vértigo. Por eso su vida es muy breve, y aunque sobrevivan se vuelven obsoletas... Como las novelas que escribimos.
Yasunari Kawabata