Aprendí el vocabulario del amo, dueño y patrón, me mataron tantas veces por levantarles la voz, pero del suelo me paró, porque me prestan las manos, porque ahora no estoy solo, porque ahora somos tantos.
Víctor Jara
En el futuro no le tendré miedo a la verdad, puesto que cuanto más se la pospone, tanto más difícil es enfrentarla.
Ana Frank
Necesitas amor, necesitas vida, pero hay alguien, que es lo único que necesitas.
Barry White
Un hijo no debe nunca conocer detalles que pertenecen a la relación de pareja de los padres.
Bert Hellinger
Porque quiero tu cuerpo ciegamente. Porque deseo tu belleza plena. Porque busco ese horror, esa cadena mortal, que arrastra inconsolablemente.
Blas de Otero
Son cada vez más las ciudades, y sobre todo las ciudades del sur, donde la gente está prohibida. Impunemente, los automóviles usurpan el espacio humano, envenenan el aire y, con frecuencia, asesinan a los intrusos que invaden su territorio conquistado.
Eduardo Galeano
Siempre he tenido la sospecha de que la exactitud es el último refugio de aquellos que no tienen nada más que decir.
Fiedrich Waismann
Fácil resulta el deber para aquellos a quienes no atormentan nunca los deseos frenéticos.
Guy de Maupassant
Cuenta tu edad por amigos, no años. Cuenta tu vida por sonrisas, no por lágrimas.
John Lennon
El curita con el sermón en el canal de la televisión luego la propaganda del celular con la mina con el poto al aire. El curita con la censura en cierto canal de televisión, luego la mina con las tetas operadas con la propaganda de cerveza.
Jorge González
¡No se trata ahora de política! ¡Se trata de que antes eran hombres como usté y yo, con hijos a quienes querer, y con mujeres; se trata de que eran hombres y ahora no son nada, porque usté ordenó que los volvieran nada, nada...!
Juan Bosch
La violencia hiere el cuerpo y la mente. Del que la ejecuta. Del que la sufre. De los que lloran. De toda la humanidad. Nos rebaja a todos.
Kathy Reichs
No se tiene más que la felicidad que se puede comprender.
Maurice Maeterlinck
Los momentos más felices que mi corazón conoce son aquellos en que derrama su afecto sobre unas cuantas personas estimadas.
Thomas Jefferson
Adiós, corazón amante, ya me voy a padecer. Dile al cielo que no muera ay, hasta que te vuelva a ver.
Violeta Parra
¡Oh, carne, carne, cómo te has hecho pescado!
William Shakespeare