Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente, hay cierta solidaridad vergonzosa.
Victor Hugo
Llega siempre un tiempo en que hay que elegir entre la contemplación y la acción.
Albert Camus
Quién quiere cambiar siempre encontrará una razón para cambiar.
André Maurois
El conocimiento humano es como las aguas, que unas descienden de lo alto y otras brotan de la tierra; en parte, está informado por la luz de la naturaleza, y en parte, inspirado por la divina revelación.
Francis Bacon
Quien busque la injusticia no necesitará lámpara.
Georg Christoph Lichtenberg
De allí donde Cefeo hace esgrima en solitario cae el Sofisma, la Ignorancia de prava disposición, la necia Fe con sus siervas, ministras y acompañantes.
Giordano Bruno
La personalidad está determinada en gran medida por los genes.
Hans Jürgen Eysenck
Respirando hondamente, llenas de oscuras fuerzas, irredentas en su pasión devoradora.
Hermann Hesse
La ingratitud acaso se origine del no poder pagar el beneficio.
Honoré de Balzac
Algunas clases de negatividad, si permitimos que escapen a nuestro control, son tan letales para una relación que yo los llamo los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Generalmente estos cuatro jinetes cabalgan en el corazón de un matrimonio en el siguiente orden: críticas, desdén, actitud defensiva y actitud evasiva.
John Gottman
Nosotros no estamos de acuerdo con la multiculturalidad, pero esto tampoco es motivo suficiente para forzar la dimisión de la concejala. La verdad es que no me gustaría que una concejala de PxC se casara con un negro. Le puedo asegurar que mis hijos nunca se casarán con un negro subsahariano.
Josep Anglada
Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta.
Manuel de Falla
No quiero ser un barco anclado sobre un río tormentoso.
Miguel Abuelo
A Madero lo vi chico de cuerpo, pero grande de alma.
Pancho Villa
La puerta gira en sus bisagras y el perezoso gira en la cama.
Salomón
No hay que desposeer a los humanistas de su función de educadores..., no se les puede arrebatar, pues son los únicos depositarios de una tradición: la de la dignidad y belleza humana. En otras épocas, los humanistas reemplazaron a los sacerdotes que, en tiempos turbios y antihumanos, pudieron arrogarse la dirección de la juventud. Desde entonces, señores, no ha surgido otra clase de educador.
Thomas Mann