La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.
Victor Hugo
Uno tiene sus sueños, cosas suyas, íntimas, y después la vida no quiere seguir jugando contigo, y te lo desmonta, un instante, una frase, y todo se desvanece. Suele ocurrir. Por esa razón y no otra vivir es una tarea dolorosa. Hay que resignarse. La vida no resulta grata, no sé si me explico.
Alessandro Baricco
Las palabras no sólo se ven o se oyen, sino que además brillan.
Alfonso Sastre
La lucha de los continentes hallaran armas nuevas... ¡Sin ruidos!
Benjamín Solari Parravicini
No hay periodismo independiente en el mundo.
Cristina Fernández De Kirchner
Cuando cerramos los ojos a lo que somos, los problemas se perpetúan, ya que no avanzamos y repetimos una y otra vez los mismos errores. El ejercicio de tomar conciencia de nuestros pensamientos y de nuestros actos, midiendo sus consecuencias, pone las soluciones en nuestra mano.
Enrique Rojas
Cuando la muerte, la gran reconciliadora, llega a nosotros, nunca es de nuestra ternura, sino de nuestra severidad, de lo que nos arrepentimos.
George Eliot
Un afecto calculado nunca era digno de confianza.
John Irving
Jamás en la conducción política hay que obligar a nadie, hay que persuadir a todo el que se pueda.
Juan Domingo Perón
Siempre he entendido que ninguno podía saber dos artes con perfección sin que en la una faltase.
Juan Huarte de San Juan
El derecho a la oscilación de mi puño termina donde comienza la nariz del otro hombre.
Oliver Wendell Holmes
Nosotros hervimos a distintos grados.
Ralph Waldo Emerson
De las flores, la violeta; de los emblemas, la cruz; de las naciones, mi tierra; y de las mujeres, tú.
Ricardo Palma
La democracia no es una meta que se pueda alcanzar para dedicarse después a otros objetivos; es una condición que sólo se puede mantener si todo ciudadano la defiende.
Rigoberta Menchú
Quien tenga que excitar una pasión para conseguir un afecto, da muy escasa idea de sus propios merecimientos.
Severo Catalina
Nunca podré reunirte íntegramente, juntar, pegar, articular como corresponde rebuznos de mula, gruñidos de cerdo, obscenos graznidos provienen de tus grandes labios.
Sylvia Plath