El pueblo da su sangre y su dinero, a cambio de lo cual se le dirige.
Victor Hugo
¿Por qué aprendemos a temer el terrorismo pero no el racismo, no el sexismo machismo, no la homofobia?
Angela Davis
Es probable que no estemos obligados a amar la música de Beethoven ni a odiar la Coca-Cola, pero cabe la posibilidad, al menos, de que estemos obligados a desconfiar del Estado.
Anthony Burgess
Dialéctica Erística es la arte de disputar, y disputar de tal forma, que se gane la disputa.
Arthur Schopenhauer
La pintura no es muy difícil cuando usted no sabe cómo, pero cuando sabe, ¡oh! Entonces, es otro asunto.
Edgar Degas
La adscripción a la interpretación comunista china o a la italiana o a la rusa o al comunismo según la visión de Trotsky, crea murallas insuperables entre los distintos grupos.
Felipe González
Su punto fuerte es que, básicamente, no tiene puntos débiles.
Fernando Alonso
La idea de que en el cielo hay una mayor igualdad de clases es lo que, en el fondo, lo hace tan agradable a los ojos de los pobres.
Georg Christoph Lichtenberg
Las mujeres felices, como las naciones felices, no tienen historia.
George Eliot
Cuando vives tus sueños, no parece trabajo, pero es importante tomarse un tiempo para ti mismo.
Jared Leto
Amo la soledad, incluso cuando estoy solo.
Jules Renard
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Miguel de Unamuno
La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.
Milan Kundera
Imponer condiciones excesivamente duras es dispensar de su cumplimiento.
Napoleón Bonaparte
Yo no creo en el fracaso. No es fracaso si te gustó el proceso.
Oprah Winfrey
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
Proverbio Chino