Los reyes son para aquellas naciones que están en pañales.
Victor Hugo
Me gusta mucho la gente imprescindible, el artista. Reconozco su valor y pienso que es un regalo para los que estamos alrededor. Es una alegría que exista gente así, que tenga esa grandeza, porque son grandes en lo que hacen, en lo que piensan. Es una suerte. Por su sabiduría, su sensibilidad.
Ana Belén
La esperanza es una adormidera que adormece las penas.
Bías
Nací en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes habían de dejado de creer en Dios por la misma razón que sus mayores habían creído en Él - sin saber por qué.
Fernando Pessoa
Mi filosofía me hace vivir contento con la seguridad de que el testimonio publico y el de mi conciencia, persuaden que he procurado llenar mis deberes.
Francisco de Paula Santander
Esto es de juzgado de guardia.
José María García
Resulta que la abolición del beneficio empresarial se puede compensar... ¡¡¡con la disminución del salario!!!
Lenin
Conocer bien las cosas es liberarse de ellas.
Marguerite Yourcenar
No es, pues, para nosotros para quien todo ha sido hecho, puesto que si nosotros no existiéramos, todo existiría igualmente. ¿Qué somos entonces ante los ojos de la naturaleza? ¿Por qué nos estimamos tanto?
Marqués de Sade
Todos los profetas armados han triunfado; todos los desarmados han perecido.
Nicolás Maquiavelo
El hombre que hace la felicidad de una mujer es un hombre ejemplar; y el que hace la felicidad de tres mujeres a la vez, un caso perdido.
Noel Clarasó
Pasa tus vacaciones en tu propia ciudad y gasta el dinero en trabajar en proyectos que ayuden a construir tu comunidad.
Patch Adams
Hay otras calles que son peligrosas como perros rabiosos, y por muy prudente que seas, en ellas nunca estás a salvo.
Patrick Rothfuss
Si no te arriesgas, nunca sabrás qué cambios eran necesarios.
Paulo Coelho
No hay que vivir en el meollo de las cosas nimias. Concéntrate en tus prioridades, en esas actividades que tienen verdadero sentido. Tu vida será gratificante y excepcionalmente apacible.
Robin S. Sharma
Canta la noche en fuga por mi muerte, y el alma sale de mi rostro blanco.
Sara De Ibáñez