El pensamiento no es más que un soplo, pero este soplo revuelve al mundo.
Victor Hugo
Señor, concédeme lo que me pides y pídeme lo que quieras.
Agustín de Hipona
La devastación es increíble. Constituye una de las grandes tragedias de la historia.
Al Gore
No existen deberes innobles.
Alessandro Manzoni
No imaginas como sería yo, si hubiera esperado un segundo más el amor.
Amaia Montero
Solo se es poseedor de aquello de lo cual uno puede desprenderse; de lo contrario no se es poseedor, sino poseído.
Anónimo
En cuestiones de arte, la opinión ajena debe escucharse siempre y no obedecerse nunca.
Enrique Jardiel Poncela
Preocuparse constantemente de la propia infelicidad resulta agotador.
Helen McCrory
¡Yo soy tu asesino! ¡He sido yo quien ha hecho recaer sobre ti esta hora de infortunio!
Horace Walpole
Un enemigo declarado puede causar mucho daño, pero un amigo fingido es peor.
John Gay
Parece que a este nuestro pueblo, al igual del personaje de Poe, lo ha invadido la irremediable cobardía de no abrir los ojos, no tanto por esquivar la visión de horribles cosas cuanto por el fundado temor de no ver nada.
Jorge Eliécer Gaitán
Un ejército se mueve por su estómago.
Marlene Dietrich
Cuando todos los conflictos de todas las personas dejen de existir, la raza humana entrará en una nueva etapa.
Paulo Coelho
El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor.
Pío de Pietrelcina
Yo leo mucho gracias a la televisión: no la soporto más de quince segundos.
Rodrigo Mauregui
Quien no es capaz de defender un ideal con su vida y con su sangre, no es digno de llamarse hombre, y hay que ser un hombre por espiritualista que se sea.
Thomas Mann