Los ingresos procedentes del petróleo han conseguido que en México seamos perezosos.
Vicente Fox
No dejes que nadie al pasar te mire a los ojos, tú debes mandar.
Amaia Montero
Donde la imaginación está ausente no hay horror posible.
Arthur Conan Doyle
Los hombres se avergüenzan, no de las injurias que hacen, sino de las que reciben.
Giacomo Leopardi
Me miré al espejo con la camiseta roja y dije: ¡Este color me sienta bien! (tras fichar por Ferrari en 2009).
Giancarlo Fisichella
Los homenajes se hacen en vida.
Hugo Sánchez
Donde hay dolor, habrá canciones. Acabo de perderlo todo, bebamos de las copas más lindas que tenemos hoy. No sé que pudo haber pasado y esto no es más que un himno de amarguras de amor...
Indio Solari
No dejes nunca de mostrar tu amor.
Jack Canfield
La importancia de Maxwell en la historia del pensamiento científico es comparable a la de Einstein (quien se inspiró en él) y a la de Newton. (cuya influencia él redujo)
James Clerk Maxwell
Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Joseph Goebbels
El Partido Socialista es la entera emancipación de la clase trabajadora: es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes.
Pablo Iglesias Posse
Ciertamente, en los próximos 50 años vamos a ver a una mujer presidente, quizá antes de lo que usted piensa. Una mujer puede y debe ser capaz de desempeñar cualquier tipo de cargo político que un hombre pueda desempeñar.
Richard Nixon
Porque esa distinción entre temporal y poder espiritual es mera palabrarería.
Thomas Hobbes
En la prostitución, el cuerpo no se vende, se emplea.
Valérie Tasso
Ya vamos de gane con nacer en México ¡imagínese nacer en Estados Unidos Ufff, ya vamos de gane naciendo aquí en México!
No había que traer hijos a un mundo como éste. No había que perpetuar el sufrimiento, ni acrecentar el número de animales lujuriosos, carentes de emociones duraderas, que sólo se movían, que iban de aquí para allá, llevados por sus caprichos y por sus vanidades.
Virginia Woolf