Para vivir santamente bastaba con la sabiduría de los sacerdotes y la ignorancia popular, que proporciona una beatífica tranquilidad. ¿Para qué más? Así había permanecido el país durante los siglos más gloriosos de su historia.
Vicente Blasco Ibáñez
Un amigo es alguien con quien se puede no hacer nada y disfrutar de ello.
Anónimo
Es el espíritu algo tan delicado que hasta la más sencilla sensación lo modifica. ¿Habéis visto esos muñecos que hacen cabriolas cuando se les tira de una cuerda? Pues idéntico es el espíritu. La sensación más sencilla lo modifica grandemente. ¡A sus cabriolas las llamo yo visiones espirituales!
Fernando González Ochoa
Cuando uno se embarca para cualquier lugar es como si ya hubiese llegado.
François Mauriac
Reinaba entonces en el ejército español un pundonor llevado hasta la más excesiva delicadeza y mi padre exageraba aún este exceso, cosa de que no puedo culparlo, pues el honor es, ciertamente, el alma y la vida de un militar.
Jan Potocki
Soy Abe Lucas. He vivido muchas experiencias y actualmente una única. Este era el acto significativo que buscaba.
Joaquin Phoenix
Algunas virtudes sólo aparecen en medio de la aflicción, y otras sólo en la prosperidad.
Joseph Addison
¡Me palpita la cabeza! Todo se está viniendo abajo.
Kate Winslet
La virtud, como el arte, hallarse suele cerca de lo difícil.
Lope de Vega
La única recompensa que se puede ofrecer a un artista es una oferta para comprar su obra.
Pierre-Auguste Renoir
Los inteligentes entienden. Los que aman comprenden.
René Trossero
Quiero decir que entre los de arriba, estamos el Presidente, los ministros, los parlamentarios y otros palogruesos más palogruesos que nosotros.
Ricardo Lagos
Él lenguaje noble de los ojos es una lágrima.
Robert Herrick
Las personas que físicamente trabajan duro por el dinero, muy seguido trabajan duro por el tipo equivocado de ingreso... Porque el ingreso que es trabajado en forma física es el ingreso que más impuestos genera.
Robert Kiyosaki
No es un chiste si no es ofensivo.
Sam Rockwell
La vida termina, pero no el amor.
Stanisław Lem