La lengua de Goethe sonaba horrible en medio de la noche en las estaciones rusas, pero el ruso que hablaban los colaboradores de la policía alemana era todavía más siniestro.
Vasili Grossman
El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya.
Adolfo Bioy Casares
Hay hombres ávidos de representar su biografía, como un actor su papel.
André Malraux
La necesidad del creador viene antes que la necesidad de cualquier posible beneficiario. Aún así todo, se nos ha enseñado a admirar al que reparte dádivas que no ha producido por encima de aquel que hace posibles las dádivas. Elogiamos un acto de caridad. Nos encogemos de hombros ante el éxito del productor.
Ayn Rand
Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco.
Benjamin Franklin
¿Quieres decir que como no tengo nombre no puedo morir y que tú no te haces responsable de mi muerte incluso si me matas?
Brian O'Nolan
El socialismo es la única perspectiva que tienen los pueblos para lograr un cambio profundo en sus condiciones de vida.
Carlos Fonseca
La mediocridad me ha cansado.
Clea DuVall
Al Real Madrid le mueven la fuerza, la energía, los sentimientos y la pasión de millones de aficionados.
Florentino Pérez
Di la verdad y así desorientas y confundes a tus adversarios.
Henry Wotton
Mi opinión sobre la fortuna es que ella está escrita proféticamente en el carácter de cada cual. Esta es la regla interna según la cual las cosas externas tienen un distinto valor.
Ippolito Nievo
Voy a ser campeón del mundo.
Jenson Button
Los hombres alardean de ser aún más malos de lo que realmente son.
Michel de Montaigne
Quien tiene de qué quejarse ¡qué mal hace si se queja! porque el delito del llanto quita el mérito a la pena.
Pedro Calderón de la Barca
El clarete es bebida de muchachos; el oporto es para los hombres; pero el que aspira a ser un héroe debe beber aguardiente.
Samuel Johnson
Voy a hablarte sobre el corazón: en él están el alma, la pasión y la alegría. En él está la belleza de la cancioncita que arrulla al hombre... Y su melodía es siempre una mujer.
Silvia Schmidt