Son las obras lo que necesitamos, no las palabras.
Vasil Levski
Dado que el hombre es una cosa creada finita, etc, es necesario que lo que él tiene de pensamiento, y que nosotros llamamos alma, sea un modo del atributo que llamamos pensamiento, sin que a su esencia pertenezca ninguna otra cosa, aparte de ese modo. De suerte que, si este modo se destruye, también se destruye el alma, aunque dicho atributo permanece invariable.
Baruch Spinoza
Hubo un poco de música; la vida parecía entonces un poco más agradable, mejor.
Charles Bukowski
Si vuestras ciencias dictadas por la sabiduría sólo han servido para perpetuar la pobreza y los conflictos, más bien procúrennos ciencias dictadas por la locura, con tal que calman las furias, que alivian las miserias del pueblo.
Charles Fourier
Si a un ingeniero le das tiempo y dinero suficientes, encontrará una solución.
Daniel Lacalle Fernandez
Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse.
Esopo
No hay distinción firme entre lo real y lo irreal; ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente o verdadera o falsa, sino que puede ser ambas: verdadera y falsa.
Harold Pinter
Quisiera ser un charco de agua para reflejar el cielo.
Hélder Câmara
Probablemente el mayor artista de cine, en definitiva, desde la invención de la cámara de cine.
Ingmar Bergman
¡Venturoso el corazón que alberga tu terrible placidez!
Juan Gil-Albert
Pensar en la victoria de una revolución sin líder, es pensar en una flor sin sol.
Kim Jong-il
El arte es una garantía de cordura. Eso es lo más importante que he dicho.
Louise Bourgeois
El hombre superior no murmura contra el cielo.
Mencio
Dichosos aquellos antepasados nuestros que perdieron su vida por mantener incólume la independencia de Vizcaya (Bizkaia).
Sabino Arana
La única manera de comprender la existencia era entendiendo esas fuerzas que los sabios con sus laboratorios y medios científicos, no son capaces de explicar, pero que para un verdadero cristiano son tan fáciles de descubrir como rodar un madero...
Sinclair Lewis
La inquisición, como es sabido, es una invención admirable y sumamente cristiana para hacer al papa y a los monjes más poderosos y para convertir en hipócrita a todo un reino.
Voltaire