El dragón debía ser declarado monumento de la naturaleza y san jorge debía recibir una multa.
Valeriu Butulescu
Ni hay consuelo al afligido, como su propia inocencia.
Alonso de Barros
Mucha gente deseosa de alcanzar la inmortalidad no sabe qué hacer en una tarde lluviosa de domingo.
Anónimo
Es el mercado libre el que hace imposibles los monopolios.
Ayn Rand
El Arte puede errar; la Naturaleza, no.
John Dryden
Enrique Cerezo, queremos tu pescuezo.
Juan Antonio Alcalá
Dios no es más que el espíritu humano proyectado al infinito.
Ludwig Feuerbach
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuartas partes de los alardes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres han prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a inferiores.
Marcel Proust
Blanca Suárez es una belleza.
Mario Casas
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.
Nicolás Maquiavelo
Ni Picasso, ni Bacon, ni Van Gogh ni ningún grande fue jurado. Y lamentablemente yo conozco muchos mediocres pintores a los que les encanta ser jurados permanentemente. Yo tengo que elegir: quiero hacer esto o aspiro a hacer obras de arte.
Pérez Celis
Todos somos culpables, pero si hubiera que repartir responsabilidades las mayores caerían sobre las clases dirigentes.
René Gerónimo Favaloro
Aquella conversación me estaba interesando cada vez más. Yo era igual de depravado que los demás jóvenes de mi edad, y el carácter abyecto de mi propósito me importaba un ardite ahora que se habían despertado el amor propio y todas las pasiones que se mezclan en este tipo de romances.
Sheridan Le Fanu
No detengas a ningún ejército que esté en camino a su país. Bajo estas circunstancias, un adversario luchará hasta la muerte. Hay que dejarle una salida a un ejército rodeado.
Sun Tzu
No vi la explosión. Sólo las llamas. Todo parecía iluminado. El cielo entero. Unas llamas altas. Y hollín. Un calor horroroso. Y él seguía sin regresar.
Svetlana Alexijevich
La ignorancia es una maldición de Dios; el saber es el ala con la cual volamos hacia el cielo.
William Shakespeare